domingo, 22 de septiembre de 2013

CLASE 9:La educación y la culturización en Argentina. La ideología y el legado de Domingo Faustino Sarmiento. LA CONSTRUCCIÓN DE LA DEMOCRACIA, LOS INTENTOS RADICALES, ANARQUISTAS Y COMUNISTAS. EL RADICALISMO AL PODER Y SU OBRA DE GOBIERNO. AUTONOMÍA UNIVERSITARIA Y COGOBIERNO ESTUDIANTIL

UNIDAD 3:
Antes de ingresar de lleno a la próxima unidad, nos quedaron un par de temas que veremos el lunes, estos temas son: La educación y la culturización en Argentina. La ideología y el legado de Domingo Faustino Sarmiento.
Para ello, les recomiendo un par de lecturas recomendadas, se trata de artículos publicados por Felipe Pigna y Norberto Galasso:
1) Pigna; Felipe; "Sarmiento entre su civilización y su barbarie" Publicado en: http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/organizacion_nacional/sarmiento_civilizacion_y_barbarie.php2) Galasso, Norberto; "Sarmiento, ¿Civilizado o Bárbaro?; Publicado en: http://www.discepolo.org.ar/files/sarmiento.pdf
Con la lectura de ambos artículos con más lo que se exprese en la clase presencial de mañana, el tema está más que agotado, sin perjuicio de que para su estudio pueden recurrir a la fuente que deseen.
CON ESTOS TEMAS PONEMOS FIN A LA UNIDAD 3!
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UNIDAD 4
¡Bienvenidos!
Esta unidad es tal vez la más hermosa de todas, pues recorre temas de muy profunda actualidad y polémica: El acceso por la fuerza al poder; la reforma electoral que puso fin al estado oligárquico; los gobiernos radicales, el primer golpe de estado y el acceso y gobiernos peronistas.
Antes de empezar con el desarrollo, les comento que la actividad de esta clase corresponde a la Unidad 4 y está al final de los temas dados.
LA CONSTRUCCIÓN DE LA DEMOCRACIA, LOS INTENTOS RADICALES, ANARQUISTAS Y COMUNISTAS
Lujo, hambre y rebelión en el granero del mundo[1]
De un lado se han encendido los fuegos del lujo, del oropel y
de la codicia desmedidos, y por el otro las miserias del pobre reciben,
como esperanzas, como promesas, sin ver si se acomodan
a su ser y a su medio, doctrinas utópicas o explotaciones hipócritas.
JUAN BIALET MASSÉ
Nos han enseñado, con particular empeño, el concepto "granero del mundo" para que lo aceptemos y asimilemos como algo positivo, como la referencia a una edad de oro de nuestro país a la que siempre sería deseable volver. En realidad se trata de la mejor definición de la condena —decretada por el mercado mundial y aceptada con gusto y beneficio por nuestras oligarquías locales— a ser proveedores de materias primas y compradores de productos elaborados, muchas veces con nuestros mismos productos primarios.
Un granero es un depósito, un lugar inanimado. Allí no hay trabajo, valor agregado en términos económicos, sino para unos pocos. El trabajo, los puestos de empleo, los exportábamos junto con nuestras vacas, ovejas y trigos a Inglaterra. Allí se transformaban en sweaters, zapatos y carne congelada, que eran exportados al mundo y a la propia Argentina, con enormes ganancias.
Aquí quedaba la riqueza concentrada y la miseria repartida. La "Argentina rica" lo era para unos pocos, muy pocos. Nunca pensaron los dueños del granero que, junto con el ejército de
desocupados y la mano de obra barata, estaban importando la rebelión. Su soberbia no les dejaba pensar que no se podía prometer a los hambrientos de Europa, a los desheredados de toda herencia, la felicidad, el pedazo de tierra, el trabajo que les permitiera mantener a su familia, para luego someterlos a las peores condiciones de miseria y humillación.
Así fueron llegando cargados de hambre, hijos, ilusiones, pero también de ideas, los inmigrantes. Fueron recibidos con el desprecio de quien espera un cargamento de esclavos, olvidándose de que los esclavos al ver la mesa del amo llena de manjares, mientras él y su familia padecen las más indecibles privaciones, suelen rebelarse.
Mientras los Anchorena tiraban su vajilla de oro al mar en su viaje a Europa, los cruzaban literalmente en sentido contrario quienes viajaban en tercera clase o en la cubierta de los barcos hacia al país próspero y libre, al que los dueños de la Argentina llamaban "la tierra de la gran promesa". Lo que no aclaraban es que no pensaban cumplirla.
De austeros a obscenos
Los dueños del país, y por lo tanto de su historia, nos han dejado una visión idílica de sus abuelos pintándolos como gente austera, ajena a la ostentación y al lujo. La realidad es bastante diferente. En la medida en que sus riquezas pasaron de ser abundantes a fabulosas, nuestra oligarquía fue abandonando la sencillez campestre y se dedicó al lujo más desenfrenado. En vez de invertir en actividades productivas, de diversificar sus inversiones hacia las industrias, nuestras familias patricias decidieron que como estaban, estaban muy bien, así que para qué complicarse.
Buenos Aires se fue poblando de "palacios" como el Ortiz Basualdo, la actual embajada francesa, frente a la plazoleta Carlos Pellegrini; el palacio Pereda, también en la plazoleta Carlos Pellegrini, con los techos decorados por el catalán José Mari'a Sert, hoy embajada del Brasil; el palacio de Federico de Alvear, en la avenida del Libertador, actual embajada de Italia; el palacio Errázuriz, una réplica de Versalles en Libertador y Pereyra Lucena, actual Museo de Arte Decorativo; y por supuesto, en la Plaza San Martín, el palacio Paz: su construcción se inspiró en el Louvre de París y costó 4.500.000 de 1908, cuando el sueldo de un obrero no llegaba a los 100 pesos por mes. Hoy es la sede nada menos que del Círculo Militar. El palacio Anchorena fue construido por el notable arquitecto Chistophersen en 1909 y hoy es una de las sedes de la Cancillería.
En 1883, para describir las andanzas de nuestros patricios en Europa, Sarmiento escribió:
Nuestra colonia argentina en París es notable por la belleza de las damas y señoritas que la forman, llamando mucho la atención de los parisienses la distinción de su raza. Distínguense los varones por la elegancia de sus modales que llevan de América, su afecto a la ópera, en cuyos escenarios encuentran a los mismos héroes y primas donnas que aplaudieron en el Colón un año antes, lo que les da el derecho, tan caro a los parisienses boulevarderos, de penetrar tras de bastidores al boudoir de tal o cual artista, antiguamente conocida en Buenos Aires. Los dandys argentinos toman así posesión de París.
Don Domingo advertía sobre una tradición de nuestra clase dirigente, la fuga de capitales hacia el exterior:
Lo que más distingue a nuestra colonia en París son los cientos de millones de francos que representa, llevándole a la Francia no sólo el alimento de sus teatros, grandes hoteles, joyería y modistos, sino verdaderos capitales que emigran, adultos y barbados, a establecerse y a enriquecer a Francia. En este punto aventajan las colonias americanas en París a las colonias francesas en Buenos Aires. Éstas vienen a hacer su magot, mientras que las nuestras llevan millones allá.
Un contemporáneo se asombraba del lujo de la París del Plata:
Y cómo crece la sorpresa cuando uno distraído en admirar tanta belleza, se ve de repente rodeado por innumerables carruajes, ¡y qué carruajes! Los mejores de los más reputados fabricantes de París y de Londres. ¡Qué troncos los de Baudrix, Dorado, Castells, Bollini, Casares, Cano y cien otros, de las mejores razas del mundo, los que no estarían mal en Hyde Park, en Boulogne o en Central Park! Todos estos carruajes infaltables los jueves y domingos, van despacio, con cierta solemnidad, para llegar a la gran exhibición limpios, correctos, intachables.
Un personaje de un relato del ministro de Roca, Eduardo Wilde, se quejaba de las "incomodidades" de su mansión:
¿Sabes por qué he venido? Por huir de mi casa donde no podía dar un paso sin romperme la crisma contra algún objeto de arte. Casi me saqué un ojo una noche, entrando a oscuras a mi escritorio, contra el busto de Gladstone [líder conservador inglés]; otro día la Venus de Milo me hizo un moretón que todavía me duele; me alegré de verla con el brazo roto. Después, por sostener a la mascota me disloqué el dedo en la silla de Napoleón en Santa Elena, un bronce pesadísimo y casi me caí enredado en un tapiz del Japón. Luego, todos los días tenía disgustos con los sirvientes. Cada momento había alguna escena entre ellos y los adornos de la casa. —Señora, decía la mucama, Francisco ha roto un dedo a Fidias. —¿Cómo ha hecho eso usted, Francisco? —Señora, si ese Fidias es muy malo de sacudir.
Vidas paralelas
Mientras tanto, los que dejaban su salud y sus ilusiones para construir tanta riqueza, vivían en condiciones infrahumanas. En los lugares de trabajo no se respetaban las mínimas garantías de higiene y seguridad.
En 1901 se aprobó la llamada "Ley Riccheri" que establecía el servicio militar obligatorio. La primera conscripción, en 1902, sirvió como un interesante y dramático muestreo de la realidad social del "granero del mundo": el 46% de los convocados no reunía las condiciones de talla y peso mínimo para su incorporación a las fuerzas armadas y evidenciaba claros síntomas de desnutrición y huellas de enfermedades sociales evitables.
En 1904, el gobierno de Roca le encargó al médico catalán Juan Bialet Massé un informe sobre el estado de la clase obrera en la Argentina.
El funcionario se tomó muy en serio su trabajo y elaboró un documento que se transformó en la más cruda denuncia de los horrores del sistema de explotación de nuestro país. He aquí algunos ejemplos:
[En] las cumbres del Famatina he visto al peón cargado con 60 y más kilogramos deslizarse por las galerías de las minas, corriendo riesgos de todo género, en una atmósfera de la mitad de la presión normal; [...] he visto en la ciudad de la Rioja al obrero, ganando sólo 80 centavos, metido en la zanja estrecha de una cañería de aguas corrientes, aguantando en sus espaldas un calor de 57°, a las dos de la tarde [...].
El alambre-carril, como proyecto, es una gran concepción científica. Sale de la estación del ferrocarril, en Chilecito, con un recorrido de 34 kilómetros [...] se apoya en torres armadas de hierro ángulo y plano, de altura que llega a 45,50 metros. Era de ver aquellos hombres agobiados por el peso, sintiendo ya los efectos de la falta de presión, jadeantes, paso a paso, víctimas forzosas del progreso, porque no hay otro medio mejor de hacer la operación; pero ya que no puede evitarse, deberían ser pagados al menos con doble salario del que perciben. Ésos son las águilas del progreso, héroes anónimos, que labran el canal de la riqueza de que ellos no van a gozar; su trabajo se paga con un peso y cincuenta centavos y se cree haberlo recompensado con largueza. [...]
La mina San Pedro es la más alta de las que se explotan en el mundo entero. La entrada está cubierta de una espesa capa de hielo, que se prolonga muchos metros adentro por el piso. La atmósfera es sulfurosa y fría [...]. No hay ventilación, y en aquel hueco el aire viciado por las velas, por las respiraciones y los gases que se desprenden del mineral, trabajan los dos hombres con la barreta y el martillo, hora tras hora, violándose la ley y matándose la gente. A los cuarenta años el minero está agotado y viejo. El infierno no puede ser más que eso, porque nada hay más áspero, cortante, desigual y siempre negro. [...]
El jornal corriente del peón es en la ciudad de 0,80 sin comida, y éstos se pagan en vales contra casas de negocios, que cuando más les dan la mitad de su importe en dinero, y la otra mitad en mercaderías, cuando no los obligan a tomar el todo en esta forma, ¡y a qué precios, señor! Para ganar esto, trabajan de sol a sol. A las dos y treinta pasado meridiano, no se podía dormir en la pieza que ocupaba, había una temperatura de 35" C, el termómetro al sol marcaba
46° y en el suelo 56,3°, a las cuatro pasado meridiano, todavía marcaba 52° en el suelo. Con semejante fuego en las espaldas sólo un riojano puede trabajar [...].
Algunos tienen una carpa que les cuesta cinco o seis pesos: eso es lujo. Los más clavan cuatro estacas en el suelo, y a un metro de altura hacen una cama de palos clavados sobre tres largueros y algunos sobre dos; ponen encima bolsas llenas de pasto seco: ése es el colchón; en la cabecera ponen astillas de quebracho por almohada.
De la sábana no hay idea; sobre cuatro palos montan el mosquitero, que es zaraza rala, y allí duermen sin más techo. [...] Aunque se dice que se hacen de sol a sol, es falso, porque se aprovecha la luna, el alba, o después de puesto el sol, para alargar la jornada.
He visto con mis propios ojos salir al trabajo a las 4 a.m. como regla general, y no pocas veces a las 3:30, y dejar el trabajo a las 7:30 y hasta a las 8 p.m., dando descansos a la mañana del tiempo indispensable para tomar el mate, al medio día una hora o cuando más dos, de tal modo, que la jornada mínima útil es de 13 a 14 horas y el tiempo ocupado por el peón, teniendo en cuenta el que necesita para despertar y vestirse, para comer y desvestirse, después de la jomada, no baja de 15 a 17 horas y no le queda el necesario para descansar, volviendo al trabajo sobrefatigado y al concluir la temporada es un hombre agotado completamente. [...]
Hay en esta industria algo que extrañará a V.E.: es el cobro de dos centavos por el uso de la letrina; y iqué letrinas! Se pueden pagar cinco por no usarlas. En Córdoba no ha entrado aún la civilización de la letrina, y las fábricas de calzado cobran por el uso de sus pozos inmundos. ¡Qué extravagancias tiene la codicia! [...]
Al principio de la cosecha, pretenden los contratistas de trilla no pagar más de 2,50 a los horquilleros y embocadotes [...]. Se valen de todas las tretas posibles; hacen circular y publicar en los diarios que hay suma escasez de brazos, que se va a perder la cosecha, y los peones acuden; resultante; que hay sobra de brazos, y el peón, para no perder el pasaje o porque no tienen con qué volverse, acepta lo que le ofrecen, hasta que tiene con qué marcharse u otro contratista lo sonsaca, ofreciéndole mayor precio, porque entre sí no se tienen consideración alguna. [...]
De ahí que la condición del trabajador es lo más inestable, y que nadie se cuide de él los rendimientos mayores posibles, no considerándolo sino como un medio, menos importante que la máquina y que la bestia, porque éstas tienen un precio de compra, son un capital que es preciso conservar, mientras que si un hombre se pierde, se repone con otro, que no cuesta dinero. (...)
[En la] Refinería Argentina [...] las horas de trabajo son de seis a seis, teniendo desde las ocho a las ocho y media para tomar café y de doce a una para comer; queda una jornada efectiva de diez horas y media, de esta jomada participan niñitas de doce y diez años de edad.
Cuando fuimos a visitar la fábrica con la Delegación Comercial Española, lo primero que percibieron fue el estado de las niñas pequeñas; algunas estaban anémicas, pálidas, flacas, con todos los síntomas de la sobrefatiga y de la respiración incompleta {...].
Otro trabajo abusivo es el de las cigarreras. Se les exige la jomada de seis a seis con hora y media de descanso para comer, se les paga 1,10 a 1,20, con descuento de los cigarrillos manchados, y el domingo trabajan medio día. Hay en las cigarrerías niños y niñas de ocho a doce años, a los que se pagan de 6 a 7 pesos.
Cuando la familia es mucha y el hambre apura, entonces se pone a las niñitas en la Refinería, en las fábricas de tabacos, en lo que se puede, con tal de que ganen algo, y se les enseña a mentir sobre la edad, de manera que las chiquillas dicen que tienen once años cuando no han cumplido nueve y hasta que se cansan y agotan las pobres hacen lo que pueden. [...]
La gran plaga del colono y del trabajador: el almacenero. Generalmente todo colono o contratista se entiende con un almacenero, que recibe sus vales como dinero hasta la cosecha, a cargo casi siempre de que le venderá ios cereales en tales condiciones. [...] Sea que en el trato el patrón tenga participación en el negocio, como sucede con el contratista siempre y con los grandes colonos las más de tas veces, y peor cuando el almacenero es a la vez propietario o arrendatario; cuando viene el vale, se dan las mercaderías al obrero a precios que aseguran de todo riesgo, y si es analfabeto, se le roba en la cantidad, en la calidad, en el precio, y en las liquidaciones se convierten, como por descuido, los centavos en pesos. (...]
Don Belisario Ortiz, persona distinguida y muy conocida en Córdoba y Rosario, propietario de varias colonias sobre el ramal de Villa María a Rufino, me hizo conocer el caso de una libreta, cuya suma ascendía a 900 y pico de pesos, que sumada por él daba sólo doscientos y pico, de manera que, aun dando por bien sentadas las cantidades y los precios, resultaba el peón robado en más de 300 por 100. [...]
En Tucumán se extrema la explotación del pobre, el martirio de la mujer y la primera fuerza del niño. La lavandera y la planchadora viven mal, pero viven; la costurera agoniza; los niños se acaban en flor, después de una niñez mísera, si es que salen vivos del claustro materno; y el obrero del ingenio, el peón, se deja llevar por la proveeduría el 40 por 100 de sus escasos jornales; y no son pocos los que en la ciudad misma sufren del mismo mal. [,..]
Estando en Reconquista, comentábamos el hecho de un establecimiento que había pasado nueve meses sin pagar a sus obreros. Un obrajero y plantador de algodón encontraba el hecho lo más natural y legítimo. Les habían dado ración y vales que muchos habían enajenado a 50 y 25 por 100 de su valor escrito. El establecimiento es mezquino en la retribución y exigente en las condiciones del trabajo; trabaja con un capital insuficiente, y para salvar su situación financiera deja de pagar al obrero, hasta que puede girar sobre las cosechas.
El aumento ariete del obrajero era éste; El ingenio no tenía vida sin este abuso, y el obrero debía estar agradecido a quien soportaba todo género de incomodidades para darle trabajo, "sin el cual se moriría de hambre". Ésa es la moral reinante. La caída que le hice no fue suave. El ingenio no soportaba los inconvenientes de su situación para dar trabajo a indios y cristianos, sino para ganar dinero sobre un capital que no tenía siquiera, y forzaba a sus obreros a darle un crédito que no podían darle sino del hambre de su estómago y de la desnudez de sus carnes. (...]
He encontrado en toda la República una ignorancia técnica asombrosa, más en los patrones que en los obreros.
Recordemos que no son crónicas de un militante anarquista o socialista, son las palabras de un funcionario contratado por el gobierno de Julio Argentino Roca.
Éste era el paraíso, el granero del mundo. Ésta era la Argentina que los llamados liberales argentinos nos ponen como ejemplo, la Argentina ideal. Después de leer los testimonios precedentes, nos va quedando claro a qué se refieren y cómo a lo largo de estas décadas trabajaron incansablemente para retrotraer a nuestro país a situaciones similares a la "Argentina soñada", para ellos. Porque está claro que sus sueños son nuestras pesadillas.
El conventillo
Cuando a comienzos de 1871 las tropas argentinas regresaron de la guerra del Paraguay trajeron, entre otras cosas, la epidemia de fiebre amarilla. El foco infeccioso se concentró en los barrios porteños de San Telmo y Monserrat, lugares tradicionales de residencia de nuestras familias patricias que decidieron abandonar sus enormes mansiones para trasladarse a Barrio Norte y Recoleta.
El capital ocioso conformado por aquellas grandes casonas encontraría rápidamente un nuevo destino con notable rédito para sus dueños, que vieron en el aluvión inmigratorio una notable oportunidad de darle un fin productivo a sus propiedades abandonadas. Las casas fueron transformadas en verdaderos palomares, con habitaciones sin ventanas y un solo baño para cientos de personas.
En un principio se las llamó "casas de alquiler" o "inquilinatos", hasta que el ingenio popular las bautizó como conventillos, un diminutivo de convento, que ironizaba sobre las numerosas celdas que poblaban estos nuevos negocios de la oligarquía.
Gélidos en invierno, tórridos en verano, siempre insalubres, los conventillos eran la única posibilidad de vivienda para los recién llegados, que a su arribo eran alojados en el llamado "Hotel de Inmigrantes", un depósito de seres humanos, del cual se los expulsaba a los cinco días, quedando librados a su fortuna, escasa o inexistente por cierto.
A la salida del Hotel siempre había "promotores" de los conventillos, subidos a carros que trasladaban a los inmigrantes hacia su nuevo destino. No había contratos de alquiler; el primer recibo de pago se lo daban al inquilino a los tres meses, para poder desalojarlo por falta de pago cuando el encargado o el propietario lo dispusiera. El conjunto de piezas, más bien que habitaciones, cualquiera diría que son palomares; al lado de la puerta de cada cuarto, amontonados en completo desorden, cajones que hacen las veces de cocina, tinas de lavar, receptáculos de basura, en fin, todos los enseres indispensables de una familia, que por lo reducido de la habitación forzosamente tienen que quedar en la intemperie. Estas celdas son ocupadas por familias obreras, la mayoría con cuatro o cinco y hasta seis hijos, cuando no por tres o cuatro hombres solos. Tales son los tugurios que habitan las familias obreras de Buenos Aires, los que a la vez sirven de dormitorios, sala, comedor y taller de sus moradores.
Pocos son los conventillos donde se alberguen menos de 150 personas. Todos son, a su vez, focos de infección, verdaderos infiernos, pues el ejército de chicuelos no cesa su gritería, mientras los más pequeñuelos, semidesnudos y harapientos, cruzan por el patio recogiendo y llevando a sus bocas cuanto residuo hallan a mano.
A comienzos de 1880 en Buenos Aires había 1.770 conventillos, en los que vivían 51.915 personas repartidas en 24.023 habitaciones de material, madera y chapas. Para mediados de 1890, ya eran 2.249, para 94.743 inquilinos.
En su revelador "Estudio sobre las casas de inquilinato de Buenos Aires", publicado en 1885, el doctor Guillermo Rawson, conociendo el egoísmo de sus compañeros de clase, apelaba al desarrollado espíritu de supervivencia de nuestra oligarquía para intentar mejorar las condiciones de vida de los inquilinos; Acomodados holgadamente en nuestros domicilios, cuando vemos desfilar ante nosotros a los representantes de la escasez y de la miseria, nuestra conciencia queda tranquila después de haber puesto el óbolo de la caridad en la mano temblorosa del anciano, de la madre desvalida o del pálido, débil y enfermizo que se nos acercan.
Pero sigámoslos, aunque sea con el pensamiento, hasta la desolada mansión que los alberga; entremos con ellos a ese recinto oscuro, estrecho, húmedo e infecto donde pasan sus horas, donde viven, donde duermen, donde sufren los dolores de la enfermedad y donde los alcanza la muerte prematura...
De aquellas fétidas pocilgas, cuyo aire jamás se renueva y en cuyo ambiente se cultivan los gérmenes de las más terribles enfermedades, salen esas emanaciones, se incorporan a la atmósfera circunvecina y son conducidas por ella tal vez hasta los lujosos palacios de los ricos.
Un día, uno de los seres queridos del hogar, un hijo, que es un ángel a quien rodeamos de cuidados y de caricias, se despierta ardiendo con la fiebre y con el sufrimiento de una grave dolencia [...] aquel cuadro de horror que hemos contemplado un momento en la casa del pobre. Pensemos en aquella acumulación de centenares de personas, de todas las edades y condiciones, amontonadas en el recinto malsano de sus habitaciones; recordemos que allí se desenvuelven y se reproducen por millares, bajo aquellas mortíferas influencias, los gérmenes eficaces para producir las infecciones, y que ese aire envenenado se escapa lentamente con su carga de muerte, se difunde en las calles, penetra sin ser visto en las casas, aun en las mejor dispuestas; y que aquel niño querido, en medio de su infantil alegría y aun bajo las caricias de sus padres, ha respirado acaso una porción pequeña de aquel aire viajero que va llevando a todas partes el germen de la muerte.
En el año 1883, la población de Buenos Aires ha sido probablemente de 310.000 habitantes. El número de defunciones alcanzó 8.510, incluso la enorme cantidad de 1.505 muertos de viruela; y ese total representaría el veintiséis por mil de la población calculada.
Las casas de inquilinato, con raras excepciones, si las hay, son edificios antiguos, mal construidos en su origen, decadentes ahora, y que nunca fueron calculados para el destino a que se les aplica. Los propietarios de las casas no tienen interés en mejorarlas, puesto que así como están les producen una renta que no podría percibir en cualquier otra colocación que dieran a su dinero.
Había el año pasado 1.868 casas de inquilinato, teniendo entre todas 25.645 habitaciones y el término medio del alquiler mensual de cada una de éstas era de m$n 136.
Pero no hubo caso, ni así pudo lograr la conmiseración de los dueños de todo, que seguían preocupados en cosas tales como la importación de carros y caballos de Rusia y champagne francés hasta convertir a la Argentina en uno de los principales consumidores de América. Un artículo del periódico El Obrero denunciaba que este rubro de la importación pagaba un arancel insignificante, mientras que los consumos obreros tributaban cifras exorbitantes:
Así que la ginebra, la bebida del proletario, paga 30 centavos por litro, como el cajón de esta bebida vale $5,50, término medio en plaza y paga $ 3,60 de derechos, estos últimos importan, pues, un 190%, El vino champagne paga 25 centavos el litro, el cajón vale, pues, $63 y paga $3 de derechos y este impuesto corresponde exactamente al 5% solamente. Las piedras preciosas pagan solamente un 2 por ciento.
La riqueza mal distribuida
El Lloyd's Bank, insospechable de socialismo, comentaba en un informe a sus accionistas:
Mientras los ricos terratenientes y los grandes patronos, la mayoría de estos últimos oriundos de allende los mares, obtienen beneficios cada vez mayores, se permite que quienes realizan laboriosamente el trabajo real que rinde estos beneficios pasen su vida en condiciones que no llegan a los niveles mínimos de existencia.
La oligarquía veía en la población local mano de obra a explotar, no un mercado interno a consofidar, como lo señalaba Bialet Massé:
Pero en este país tan superabundantemente rico hay algo anómalo. Los ganaderos escogen para la exportación los mejores novillos, los mejores capones, y los exportan; esas excelentes carnes se venden en Europa a más bajo precio que la inferior que se deja para el propio mercado; el pan que se hace con trigos argentinos se vende allí más barato que en los pueblos de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba en que se producen. Comemos lo inferior y pagamos más caro.
Se viene la maroma
En Europa, la industrialización en las ciudades y la tecnificación del campo provocaron, a mediados del siglo XIX, el traslado de grandes masas de población hacia las zonas urbanas, que se transformaron en el hábitat del proletariado europeo.
Ante los salvajes niveles de explotación que implantó la Revolución Industrial y a partir del desarrollo de la actividad sindical, comenzaron a desarrollarse las ideologías obreristas que se expresaron orgánicamente en la primera Asociación Internacional de Trabajadores creada en Londres en 1864. Allí quedaron expuestas las diferencias entre los socialistas, representados por Karl Marx y Federico Engels, y los anarquistas representados por Proudhon y Bakunin.
Las dos corrientes coincidían en la necesidad de derrotar a la burguesía para construir una nueva sociedad. Los marxistas planteaban la creación de partidos obreros y daban tanta importancia a la actividad política como a la sindical. Hablaban de un período de transición entre el triunfo revolucionario y la construcción de la nueva sociedad al que llamaban "dictadura del proletariado".
Los anarquistas, por su parte, priorizaron la actividad sindical, oponiéndose a los partidos políticos y a su consecuencia natural, los gobiernos. Veían en la religión un enemigo que justificaba el poder terrenal de la burguesía. Para ellos el hombre había creado a Dios para justificar las injusticias de la tierra y bajar la conflictividad social con la promesa de una vida eterna que compensaría los sufrimientos de esta vida terrenal miserable y humillante, por los que había que pasar como condición previa a la recompensa divina. A los anarquistas no les preocupaba arriesgar la única vida que tenían para terminar con tantos siglos de engaños, autoritarismo e injusticias.
La década de 1880 tuvo uno de los más altos índices de arribo de inmigrantes al país. Junto con los trabajadores desocupados y los campesinos desplazados de sus tierras, fueron llegando al puerto de Buenos Aires notables dirigentes del anarquismo y del socialismo que huían de las persecuciones de los gobiernos europeos. Traían consigo su experiencia sindical y política que compartirían generosamente con los integrantes del incipiente movimiento obrero argentino.
Los socialistas
La corriente socialista estuvo inicialmente representada por el periódico El Obrero (1890-1902), dirigido por Germán Ave Lallemant (1835-1919). Simultáneamente, existfan centros de inmigrantes socialistas. El más importante llegó a ser el Club Vorwarts ["Adelante"] de exiliados alemanes, que fue uno de los introductores del pensamiento marxista en la Argentina.
En abril de 1894, el doctor Juan Bautista Justo fundó el periódico socialista La Vanguardia, junto a un grupo de compañeros de ideas entre los que se contaban Augusto Kühn, Esteban Jiménez e Isidro Salomó. Para afrontar los gastos, Justo vendió el coche que utilizaba en sus visitas de médico y empeñó la medalla de oro que le había otorgado la Facultad de Medicina. En su primer editorial escribía:
hay que construir una alternativa política al pillaje y la plutocracia. Los Pereyra, los Unzué, los Udaondo, tan ricos que no tendrían por qué robar, son hoy los preferidos para los altos puestos públicos por los otros ricos, cuya única aspiración política es que sus vacas y ovejas se multipliquen sin tropiezos.
Dos años después, Justo fundaba el Partido Socialista, que así se presentaba en sociedad:
Hasta ahora la clase rica o burguesía ha tenido en sus manos el gobierno del país. Roquistas, mitristas y alemistas son todos lo mismo. Si se pelean entre ellos es por apetitos de mando, por motivo de odio o de simpatía personal, por ambiciones mezquinas e inconfesables, no por un programa ni por una idea. Todos los partidos de la clase rica son uno solo cuando se trata de aumentar los beneficios del capital a costa del pueblo trabajador, aunque sea estúpidamente y comprometiendo el desarrollo general del país. El Partido Socialista es ante todo el partido de los trabajadores, de los proletarios, de los que no tienen más que la fuerza de su trabajo; las puertas del partido están, sin embaído, abiertas para los individuos de otras clases que quisieran entrar, subordinando sus intereses a los de la clase proletaria. Lo que es importante es patentizar nuestra independencia de todo interés capitalista o pequeño burgués.'
Justo decía en una conferencia por aquellos años:
Necesitamos y debemos saber más que Marx en materia histórica y social. Marx nunca fue marxista. Era demasiado genial para suponerse fundador de una nueva doctrina que habría de llamarse marxismo, como se llama cristianismo al sistema de instituciones eclesiásticas que provienen o dicen provenir de Cristo.
El socialismo argentino adhería a la corriente iniciada por Eduardo Bernstein, conocida como "revisionista" ya que se proponía revisar las ideas de Marx y Engeis a la luz de los acontecimientos posteriores a la publicación de ios libros básicos de los padres del socialismo científico.
Estas ideas de Justo se asemejaban a las de una de las figuras más notables de la izquierda de la época, Jean Jaures —con quien tomó contacto en Copenhague en 1910, durante un congreso socíalistay lo invitó a viajar a Buenos Aires—. Jaures se oponía a la acción violenta y proponía la organización metódica y legal de sus propias fuerzas bajo la ley de la democracia parlamentaria y el sufragio universal. Decía textualmente: "No es por el hundimiento de la burguesía capitalista sino por el crecimiento del proletariado por lo que el orden socialista se implementará gradualmente en nuestra sociedad".
El debut político del Partido Socialista no fue muy auspicioso. Ocurrió en ocasión de las elecciones legislativas del 8 de marzo de 1896. El primer candidato a diputado fue el propio Justo y obtuvo 138 votos. Como comentaba algún militante de entonces, "ni siquiera nos votaron todos nuestros parientes". Así describía una víctima del sistema la farsa electoral del régimen:
Después de las 8 empezó la farsa. Para poder votar había que esperar turno en algún grupo reconocido por el presidente de mesa, que generalmente era el caudillo de comité [...]. Después de una larga espera pudimos acercarnos a las urnas. Pero cuan grande fue nuestra sorpresa cuando el presidente de la mesa nos dijo, tranquilo y cínicamente, que no podíamos votar porque ya habían votado por nosotros. Quisimos protestar, pero la policía nos arrojó brutalmente del atrio. No nos arredramos, e instalados en nuestra mesa, en medio del malevaje que nos miraba huraño y de soslayo, ofrecimos boletas socialistas a "todo el mundo". Algún lunfardo decía en alta voz a su compinche, señalándonos con el dedo: "Mira, che, a éstos. ¡Qué locos lindos!..." Algunos ciudadanos heroicos consiguieron filtrarse a través de la espesa malla del fraude y depositar unos pocos votos por el Partido Socialista. Pero éstos fueron anulados en el escrutinio por orden del presidente del atrio, quien dijo: "Hay que inutilizar las boletas socialistas, no hay que darles importancia a esos locos, porque son como la mala yerba: si hoy se presentan mil, mañana vendrán diez mil y pasado mañana nos aplastarán con su organización y con su fuerza..."
Si bien el Partido se definía como obrero, la mayoría de sus cuadros provenían de los sectores medios urbanos. Eran médicos, abogados, trabajadores especializados. Confiaban en la acción parlamentaria y privilegiaban la actuación política sobre la sindical. A lo largo de su historia cumplirán un papel fundamental en la lucha por la dignidad de los trabajadores a través de innovadoras propuestas de legislación obrera.
Los socialistas argentinos eran moderados. Influidos más por el liberalismo que por el marxismo, apuntaban más a la distribución de los ingresos que de la riqueza; propiciaban la creación de cooperativas de consumo y de construcción de viviendas. En su afán de luchar por la reducción de los precios de los artículos de primera necesidad llegaban a defender la libre entrada de productos importados. Apoyaban la separación de la Iglesia y el Estado y el reemplazo de un ejército permanente por una milicia civil.
Fueron pioneros en la defensa del voto femenino. Luchaban contra la trata de blancas, a favor de la legalización del divorcio, el aumento del presupuesto educativo y la jomada de ocho horas.
Sin Dios ni amo
Sin embargo, la acción proselitista tuvo en un principio poca recepción entre la masa inmigratoria, imposibilitada de participar en política por su condición de extranjera. Estos sectores serán captados por la corriente anarquista, que se expresaba a partir de 1897 a través del periódico La Protesta Humana. Se oponían a toda forma de gobierno y de organización partidaria. Un artículo de La Protesta definía así al anarquismo:
El socialismo moderno divídese principalmente en dos fracciones que difieren en la táctica y en los medios para la realización del ideal. Conócese una fracción con el nombre de socialismo autoritario o legalitario, y la otra llámase socialismo libertario o anarquista.
Las doctrinas de Carlos Marx son las que sirven de base al socialismo autoritario.
El socialismo libertario, iniciado por Proudhon y desarrollado por Bakunin, pretende la realización del ideal socialista por medios directos, francamente revolucionarios, sin admitir la lucha política, que cree inmoral y enervante, y sin recurrir a la intermediación de un estado obrero que considera perjudicial y peligroso.
Que una vez iniciada la revolución los campesinos hagan uso libremente de la tierra, que los mineros se incauten de las minas, que los trabajadores de la ciudad se incauten de las fábricas, talleres, etc., que el pueblo, en fin, efectúe directamente la expropiación y socialización de la producción, del consumo, del cambio, de la instrucción.
Los socialistas libertarios, considerando que el Estado es poder, que el poder es tiranía, y que la tiranía es la negación de la libertad humana, dejan a la libre iniciativa de los individuos y las colectividades lo que los legalistas pretenden encomendar al Estado.
Los anarquistas no reconocen fronteras y ven en el patriotismo una amenaza para la paz. Escribía Rafael Barrett:
El patriotismo se cree amor y no lo es. Es una extensión del egoísmo; es una apariencia de amor. Sería muy natural amar a los más próximos, a los más semejantes de nuestros hermanos, a la tierra que nos sustenta y al cielo que nos cobija. Pero eso no es patriotismo, es humanidad. El amor irradia hasta el infinito, como la luz, mientras el patriotismo cesa del otro lado de un monte, de un río. De una raya sobre el papel. El amor une; el patriotismo separa. Un patriotismo que no odiara al extranjero sería amor; un amor que se detiene en la frontera, no es más que odio.
Los anarquistas se enfrentaban con los socialistas porque opinaban que las reformas graduales y la acción parlamentaria eran una traición a la clase obrera. El anarquismo planteaba que no era necesario crear un partido político de la clase obrera para tomar el poder e instaurar otra sociedad de "productores libres asociados".
Veían en la política una farsa burguesa, como lo refleja este artículo de La Protesta Humana:
El votante es un hombre que viene, el día que se le obliga y no otro día, cuando la autoridad manda y dice: Ha llegado el momento de sancionar una vez más un sistema establecido por otros y para otros que no son tú; de escoger a los que formarán parte de ese sistema con o sin intención de modificarle; de elegir a los que, para contribuir al funcionamiento de la máquina hostil serán pagados en dinero, en influencia, en privilegios y en honores; de rechazar de nuevo la idea de rebeldía contra la organización capitalista y de someterse una vez más a la obediencia a la autoridad. Ha llegado, pues, el momento de votar; es decir, de hacer un acto cuyo significado es: yo reconozco las leyes.
Dentro del anarquismo se fueron definiendo dos tendencias, diferenciadas en torno a cómo impulsar la acción para concretar sus ideales de una sociedad "sin dios, ni patria ni amo". A una se la denominó individualista y a la otra, organizadora. Los individualistas pensaban que cualquier tipo de organización de los seres humanos limitaba la libertad individual, por lo que no impulsaban la formación de sindicatos. Creían que la lucha por las reivindicaciones inmediatas de los trabajadores, como el aumento de sueldos y la limitación de la jomada laboral, implicaba reclamar reformas que pretendían que el obrero viviera mejor dentro del capitalismo, haciéndole perder de vista la gran lucha contra el sistema opresor. Los organizadores, en cambio, entendían que debían estimular la creación de sindicatos.
Los individualistas predominaron en el anarquismo hasta mediados de los años 90 del siglo XIX. Editaron el periódico El Perseguido entre 1890 y 1897.
A partir de aquel año, con la fundación de La Protesta Humana, prevalecieron los organizadores, que lograron la creación de los sindicatos de albañiles, cigarreros, carreros, yeseros, ebanistas y marmoleros, entre otros. Sus métodos eran la acción directa, la organización sindical y la huelga general. Su consigna era: destruir esta sociedad injusta para construir una nueva sin patrones, sin gobiernos y sin religiones.
Dentro del activismo anarquista la mujer cumplió un rol muy activo y protagonice, uniendo a las reivindicaciones comunes con sus compañeros las propias del género, como lo expresa este verso anónimo publicado en La Protesta:
Cuando veo el amor tan esclavo
de la ley, de los padres y el cura,
del dinero, cadenas tan duras,
con que lo ata esta ruin sociedad,
yo levanto la fuerte protesta
de mujer que, sintiéndose esclava,
al amar libremente proclama
libertad, libertad, libertad.
El anarquismo le daba una enorme importancia a la cultura. Casi todos los sindicatos tenían sus grupos de teatro, sus bandas de música y sus escuelas de formación de cuadros. Conscientes del alto nivel de analfabetismo, enviaban al campo a payadores libertarios que en las rondas de peones difundían en tono de milonga los conceptos básicos de la idea anarquista.
En la cultura popular, vestigios de la influencia anarquista perduran hasta hoy. Los panaderos, en su mayoría anarquistas, bautizaron a las facturas con nombres vinculados a sus históricos enemigos, la Iglesia, el ejército y la policía: así nacieron los sacramentos, los suspiros de monjas o bolas de palle, los cañoncitos, las bombas de crema y los vigilantes.
La organización obrera
Una de las primeras huelgas concretadas en el territorio argentino se produjo en 1868. En plena guerra del Paraguay un grupo de trabajadores de distintos astilleros de la provincia de Corrientes se negó a construir embarcaciones destinadas a las fuerzas de la Triple Alianza, argumentando que no contribuirían a la matanza de sus hermanos.
Diez años más tarde se produjo la primera huelga declarada por un gremio. Desde 1857 los tipógrafos estaban nucleados en la Sociedad Tipográfica Bonaerense, que tenía un carácter más mutualista que sindical.
A fines de 1877 decidieron fundar la Unión Tipográfica Bonaerense, que entre septiembre y octubre de 1878 llevó adelante esta primera medida de fuerza del movimiento obrero organizado.
El origen del conflicto fue la decisión de una imprenta de rebajar los salarios de su personal. La iniciativa fue seguida por otras empresas y los trabajadores reaccionaron convocando a una asamblea. De ella participaron más de mil trabajadores que se pronunciaron por la huelga.
Dalmacio Vélez Sársfield, el autor del Código Civil, escribía en El Nacional: "El socialismo usa las huelgas como instrumento de perturbación, pero el socialismo no es una necesidad en América. No se pueden admitir las huelgas porque eso significaría subvertir las reglas del trabajo".
Mientras duró el conflicto los diarios menos importantes dejaron de publicarse. Los más grandes, como La Prensa y El Nacional, intentaron contratar tipógrafos en el Uruguay, pero se encontraron con la firme solidaridad de los trabajadores afiliados al gremio de Montevideo, que se negaron, pese a los elevados sueldos ofrecidos, a reemplazar a sus compañeros argentinos.
La huelga fue ganada por los obreros y las patronales aceptaron volver a los sueldos originales y reducir la jomada laboral a 10 horas en invierno y 12 en verano.
Esta primera experiencia victoriosa fue imitada por los obreros cigarreros, los empleados de comercio, los oficiales albañiles, los yeseros y los carteros. Todos pedían lo mismo: aumento salarial, pagos de haberes atrasados, reducción de las interminables jomadas laborales y mejores condiciones de trabajo. En esta primera etapa las huelgas fueron exitosas en un 60% de los casos y el Estado prácticamente no intervino para mediar o limitar el conflicto.
Los industriales comenzaron a defenderse. En 1887 fundaron la Unión Industrial, decidieron desconocer a las organizaciones obreras y le exigieron al Poder Ejecutivo que no aceptase las exigencias colectivas de los trabajadores.
El 1° de mayo de 1890, el recientemente creado Comité Obrero Internacional, impulsado por los socialistas, realizó una reunión en el Prado Español que mereció el siguiente comentario de La Nación:
En el Prado Español tuvo lugar ayer el meeting de obreros convocados por el socialismo de aquí siguiendo el movimiento general del socialismo europeo. A las 3:15 p.m. se abrió la sesión con una concurrencia de 1.200 personas, más bien más que menos. [...] Había en la reunión poquísimos argentinos, de lo que nos alegramos mucho.
Pero la alegría les duraría poco. En junio de aquel conflictivo año 90, el Comité juntó casi 7.500 firmas y elevó una nota a la Cámara de Diputados peticionando leyes protectoras a la clase obrera y reclamando:
• jornada de 8 horas;
• prohibición del trabajo a los menores de 14 años;
• abolición del trabajo nocturno, salvo en los ramos de industria donde es indispensable;
• prohibición del trabajo femenino en las industrias que afectan su organismo;
• descanso semanal apropiado;
• prohibición de industrias y sistemas que afecten la salud;
• prohibición del trabajo a destajo;
• inspección de talleres, fábricas, habitaciones, bebidas y alimentos;
• seguro contra accidentes;
• creación de tribunales arbitrales con representación igualitaria de obreros y patrones.
Un informe policial de 1895 advertía:
La escasez de trabajo y su exigua remuneración, causas que dan motivo a esta clase de manifestaciones en los centros obreros de otros países, carecen totalmente de aplicación entre nosotros pero en muy breve plazo las condiciones de la población y las exigencias del trabajo plantearán sin duda este problema que habría que resolverse con disposiciones apropiadas que según mi opinión deberían ya dictarse.
Un año después, unos 10.000 trabajadores ferroviarios que exigían las 8 horas de trabajo sin recortes salariales, la anulación del trabajo los domingos y el pago doble de las horas extras, se mantuvieron en huelga durante cuatro meses. Fue la primera medida de fuerza de alcance nacional que puso nerviosa a la élite, que tenía en los ferrocarriles la única vía de llevar sus materias primas a los puertos. La empresa ferroviaria inglesa ni siquiera recibió a los delegados obreros y solicitó la intervención del Ejército y la Marina, siempre solícitos en estos casos. Pero la huelga no aflojaba ni bajo las bayonetas y los ingleses "importaron" 700 rompehuelgas —apodados "langostas"— desde Italia. No fue fácil conseguirlos porque muchos trabajadores italianos sindicalizados se negaron a aceptar la oferta, en solidaridad con sus compañeros argentinos.
A comienzos de abril de 1899 un tal doctor Manuel Mujica Parías lanzó, en medio de la enorme desocupación y miseria reinantes, una frase tan burda como resistente al paso del tiempo. Dijo en un reportaje a La Nación que quería presentar un proyecto de ley de "represión de la vagancia" con el objetivo de impedir las huelgas, porque según este abogado policial "Aquí no trabaja el que no quiere"." Fuentes habitualmente bien informadas comentan que ios herederos del letrado lamentan que su antepasado no haya registrado la autoría de la frase que los hubiese convertido en millonarios a lo largo de todos estos años en que el exabrupto se usó y se usa hasta el hartazgo. En su número del 15 de abril de 1899, La Vanguardia daba cuenta de la respuesta que le dio la clase trabajadora de entonces al ingenioso Mujica: no habían pasado muchos días cuando se presentó en la casa del iluminado proyectista una procesión de trabajadores, que alcanzaban a varios centenares, con unos papeles de colores en que se les decía que ese amable señor les proporcionaría trabajo, sin cobrarles.
Parece que Mujica Fari'as tuvo que meter el proyecto sobre la vagancia en el cajón de su escritorio.
La primera central y el primer muerto
Hacía tiempo que los trabajadores venían pensando en conformar una central que diera más fuerza a sus reclamos y a sus luchas. La idea se concretó en mayo de 1901 con la creación de la Federación Obrera Argentina (FOA), que nucleaba a la mayoría de los gremios del país.
El gobierno del general Roca comenzó a preocuparse y promovió la aprobación de un proyecto de ley presentada en 1899 por el inspirado senador Miguel Cañé, que había escrito:
Nuestro deber sagrado, primero, arriba de todo, es defender nuestras mujeres contra la invasión tosca del mundo heterogéneo, cosmopolita, híbrido, que hoy es la base de nuestro país. [...] Nuestra sociedad múltiple, confusa, ofrece campo vasto e inagotable. Pero honor y respeto a los respetos puros de nuestro grupo patrio; cada día los argentinos disminuimos. Salvemos nuestro predominio legítimo, no sólo desenvolviendo y nutriendo nuestro espíritu cuanto es posible, sino colocando a nuestras mujeres, por la veneración, a una altura a que no llegan las bajas aspiraciones de la turba.
Cuenta un militante anarquista que en 1901 la intervención gubernativa llegó más lejos. La manifestación obrera conmemorativa del 1" de Mayo fue disuelta en Buenos Aires por la policía a sablazos, produciéndose el tumulto consiguiente. La represión se había iniciado. Pocos meses después, en octubre, los obreros de la Refinería Argentina, ubicada en Rosario, se declararon en huelga. La policía intervino brutalmente y el obrero Budislavich fue muerto de un balazo, en momentos en que huía de la carga policial y se encontró detenido en su fuga por un alambrado. La primera víctima del movimiento obrero había caído.
Contra todos los hombres de buena voluntad
El 22 de noviembre de 1902, la iniciativa del autor de Juvenilia (Miguel Cané) quedó convertida en la ley 4.144, conocida como "de Residencia". Contrariando hasta el Preámbulo de nuestra Constitución Nacional, permitía la expulsión hacia sus países de origen de los extranjeros llamados "indeseables", es decir, militantes sindicales y sociales. El ministro del Interior Joaquín V. González declaró que la agitación social en la Argentina "era producto de un par de docenas de agitadores de profesión", y que "bastaba eliminar a éstos para volver a la sociedad a la tranquilidad merecida" En la mayoría de los casos, el extranjero expulsado a su país de origen, al llegar a su destino, era condenado a muerte o a cadena perpetua, porque seguramente había emigrado a la Argentina huyendo de las persecuciones y atraído por la promesa de libertad declamada hasta el cansancio por los sucesivos gobiernos patrios.
Ante esta grave situación, el gremio de los marítimos armó una pequeña línea de barquitos a la que llamó "Flotilla Libertaria", que recorría permanentemente el Río de la Plata entre los puertos de Buenos Aires y Montevideo para rescatar a los deportados que lograban arrojarse al agua desde los barcos. La Flotilla Libertaria logró rescatar en aquellos años a centenares de militantes que se reintegraron a la lucha. Como la Ley de Residencia afectaba particularmente a los extranjeros, los sindicatos anarquistas comenzaron a promover a compañeros de origen argentino para la conducción de las sociedades de resistencia.
Las condiciones miserables de vida continuaron y se agravaron y, pese a la represiva ley 4.144, el movimiento obrero reaccionó enérgicamente y decretó a principios de noviembre de 1902, a través de la FOA, la primera huelga general de la historia argentina. Los socialistas se opusieron a la medida por considerar que la huelga general era un acto desmesurado y que bloqueaba cualquier posible negociación. Esto provocó la fractura de la central sindical. La FOA continuó en manos anarquistas, con sus 66 sindicatos adheridos y casi 35.000 afiliados. Los socialistas fundaron la Unión General de Trabajadores (UGT), que reunía 43 gremios con 7.400 afiliados.
Pese a todo, el cumplimiento de la medida fue muy amplio y los puertos y numerosos establecimientos fabriles quedaron paralizados. En respuesta, el gobierno decretó el estado de sitio, desató una violenta represión y lanzó una gigantesca redada sobre las barriadas obreras. A los detenidos argentinos se los encarceló y a los extranjeros se les aplicó la flamante Ley de Residencia.
La primera década del siglo XX estuvo marcada por la acción sindical anarquista y la acción política del socialismo. Por aquellos años las ideas brotaban como de un manantial que se expresaba en el notable crecimiento de la difusión de los periódicos anarcosindicalistas, la fundación de las "Escuelas Modernas" que refutaban los conceptos y los contenidos de la educación oficial y capitalista, las huelgas generales y las grandes movilizaciones obreras.
En 1904 la FOA pasó a llamarse Federación Obrera Regional Argentina.
La FORA convocó el 1° de mayo de ese año a un acto recordatorio en la plaza Mazzini de Buenos Aires. A poco de iniciada la marcha de las principales columnas que partieron del local sindical, comenzó la represión policial que arrojana un saldo de varios muertos. Las dos centrales sindicales decretaron la huelga general, pidiendo el encarcelamiento de los responsables.
Ya tiene diputado el pueblo
Ese mismo año se produjo un hecho trascendente: fue elegido por el barrio de La Boca el primer diputado socialista de toda América, Alfredo Palacios, aquel letrado que había colocado en la puerta de su casa la siguiente placa: "Abogado. Atiende gratis a los pobres". Cuando presentó su tesis doctoral titulada "La miseria en la República Argentina", los académicos de la Facultad de Derecho la rechazaron argumentado que contravenía el artículo 40 de la Ordenanza General Universitaria, que prohibía atentar contra las instituciones. Allí decía Palacios:
Sabiendo que nuestros Gobiernos tienen por norma de conducta el despilfarro y que las defraudaciones y los latrocinios se cometen a diario y quedan impunes {...] Que contesten esos suicidas morales que formando círculos han rodeado a todos los gobernantes para lucrar a la sombra de las grandes empresas. Ellos son los responsables de la ruina del país, ellos que han hecho levantar palacios con los dineros del pueblo para habitarlos después de la catástrofe, encastillados en su asqueroso egoísmo, o que con las arcas repletas desparraman a manos llenas en el viejo Continente el oro que malversaron.
La tesis concluía incitando a la lucha:
Nuestros obreros deben unirse para la lucha, recoger las fuerzas dispersas que son fácilmente derrotadas, producir un movimiento de concentración y dar lugar por último a un todo orgánico, coherente y definido, capaz de establecer combate con probabilidad de éxito.
El notable militante socialista estrenó su banca de legislador con un vibrante discurso en contra de la nefasta Ley de Residencia:
¡Pero, señor!, si no hay una ley que castigue lo que no es un delito, si esa propaganda anarquista todavía no tiene los caracteres que la hacen punible, si todavía no ha adquirido esa forma externa a que se refiere el señor Cané, ¿cómo es posible, entonces, que nosotros sostengamos que se debe castigar? Es precisamente aquí en donde se pone de manifiesto todo lo deleznable de la argumentación que ha sostenido el señor ministro informante, cuando nos decía que no se trata de una pena, siendo así que el señor Cané precisamente nos prueba con su argumentación, que se trata de imponer una pena por una ley de excepción. Estas incongruencias en que caen los hombres que harto saben de leyes, vienen a poner de manifiesto, de una manera que no permite la más leve duda, lo que he dicho antes de ahora: se ha buscado un pretexto para matar las ideas. Pero ya sabemos que no es posible detenerlas, que cuando aparecen en la forma en que se presentan las ideas nuevas, cualesquiera que ellas sean, es claro que todos los valladares, que todos los obstáculos, que todos los inconvenientes que se opongan a su paso no han de hacer sino acrecentar la ola cuyo empuje es cada vez mayor.
Palacios llevará las ideas socialistas al parlamento y logrará la aprobación de importantes leyes como la del descanso semanal en 1907 y la "ley de la silla", que obligaba a los patrones a disponer de una silla para el descanso de los empleados de comercio." El diputado paquete Belisario Roldan se quejaba del estilo de Palacios y sus seguidores:
Creo que esa turba que a diario acompaña ai señor diputado hasta las puertas de esta casa, turba que suele honramos con sus silbidos y que para algunos constituye la expresión misma de la soberanía popular, no es otra cosa que la prolongación del despotismo sectario...
Creo que mi país debe seguir desarrollando [...] sin que banderas rojas, que serán siempre trapos intrusos en su seno, turben la augusta majestad de su marcha.
También durante esa década creció notablemente el movimiento cooperativista impulsado por los propios socialistas, destacándose la Cooperativa de Vivienda y Consumo "El Hogar Obrero", fundada por Juan B. Justo.
Al año siguiente, se produjo la intentona revolucionaria radical y el gobierno decretó el estado de sitio en todo el país. Esto no amilanó a las centrales sindicales que decidieron conmemorar en forma conjunta un nuevo aniversario del ahorcamiento de los mártires de Chicago, ocurrido el 1° de mayo de 1886.
El acto se realizó frente al Teatro Colón y mientras estaban haciendo uso de la palabra los oradores, el gobierno lanzó un escuadrón de 120 policías a caballo, los famosos "cosacos", contra la multitud, mientras que un escuadrón de bomberos policiales la atacó por otro frente. Sobre la plaza Lavalle quedaron tendidos cuatro muertos y más de cincuenta heridos. Los detenidos se contaron por centenas.
Un informe policial, que sería muy instructivo para nuestros "gordos" autodenominados sindicalistas, da cuenta de la detención de un obrero anarquista al que se lo encontró "famélico, en grave estado de desnutrición". El oficial escribiente detallaba que entre las pertenencias del detenido se encontraron 100 pesos y que al ser interrogado se le preguntó por qué no había usado parte de ese dinero para alimentarse; el detenido contestó: "Esa plata es del sindicato, de mis compañeros que tienen tanto hambre como yo pero dan lo poco que tienen para la causa redentora de la humanidad"
La huelga de inquilinos
Pese a la represión, los despidos arbitrarios y la estricta aplicación de la Ley de Residencia, crecieron las luchas obreras. En 1907 incluso se produjo una novedosa huelga de inquilinos. Los habitantes de los conventillos de Buenos Aires, Rosario, La Plata y Bahía Blanca decidieron no pagar sus alquileres frente al aumento desmedido aplicado por los propietarios. La protesta expresó, además, el descontento por las pésimas condiciones de vida en los inquilinatos.
La represión policial no se hizo esperar y comenzaron los desalojos. En la Capital estuvieron a cargo del jefe de Policía, quien desalojó a las familias obreras en las madrugadas del crudo invierno de 1907 a manguerazos de agua helada con la ayuda del cuerpo de bomberos.
"Anarquista se nace" decía el flamante jefe de Policía, coronel Ramón Lorenzo Falcón, mirando a Miguelito Pepe, un orador anarquista de sólo 15 años que les hablaba a los chicos y sus madres sobre la injusticia y la miseria y la justa explosión de los explotados. El coronel odiaba a esa gente sucia, extranjera, con ideas raras. Falcón, halcón, miraba esperando el momento de saltar sobre su presa; "hay que matarlos de chicos" pensaría, como otros coroneles de otros años.
En la única foto que se conserva se lo ve a Miguelito arriba de una mesa con gesto de orador. Su madre —no puede ser otra— lo mira con emocionado orgullo.
El mejor de la "clase".
Orador, que horada la piedra. Pero no los corazones de piedra de los dueños del poder. Vinieron los desalojos y los tiros. Miguelito quedó herido en un brazo, el que levantaba para hablar. "Barramos con las escobas las injusticias de este mundo" se le escuchó decir. A los pocos días, una hermosa manifestación de escobas recorrió Buenos Aires del brazo, vendado, de Miguelito y su mamá. Salían a la luz los invisibles. Miles de escobas como armas barriendo la Tierra y el cielo, anunciando tormentas de rayos rojinegros.
El solidario gremio de los carreros se puso a disposición de los desalojados para trasladar a las familias a los campamentos organizados por los sindicatos anarquistas, donde el gremio gastronómico preparaba suculentas ollas populares financiadas con los aportes de los compañeros de todo el país.
Si bien los huelguistas no lograron su objetivo de conseguir la rebaja de los alquileres, este movimiento representó un llamado de atención sobre las dramáticas condiciones de vida de la mayoría de la población.
Los malones rojos
Dos años después, el 1° de mayo de 1909, los gremios anarquistas y socialistas decidieron conmemorar en reuniones separadas el día de lucha de los trabajadores. Los socialistas lo hicieron en Constitución y los anarquistas en la plaza Lorea, frente al Teatro Liceo, a pocos metros del Congreso.
Desde temprano comenzaron a llegar las familias obreras con sus banderas rojas y negras dispuestas a homenajear a los mártires de Chicago. Protestaban contra la desocupación, los bajos salarios y la indiferencia del gobierno ante los problemas sociales de la mayoría de la población. Durante el acto se sucedieron en el uso de la palabra encendidos oradores, hombres y mujeres que invitaban a la rebelión y a organizarse para cambiar la sociedad.
El coronel Falcón, desde su auto, observaba atentamente la reunión.
Muchos manifestantes lo insultaron al reconocerlo y volaron algunas piedras. Falcón dirigió personalmente la represión y dio la orden a la policía montada, al mando del comisario Jolly Medrano, jefe del Escuadrón de Seguridad, de dispersar la manifestación a sablazos y balazos.
El reportero del diario La Prensa escribía que Falcón se bajó del auto y dijo: "Hay que concluir, de una vez por todas, con los anarquistas en Buenos Aires"," y recurriendo a la obediencia debida agregó que eran instrucciones del ministro del Interior.
Tras la orden del comisario, comenzó la masacre. El saldo fue de once obreros muertos y ochenta heridos, entre ellos, varios niños. Así recordaba aquella terrible jomada el militante socialista Enrique Dickmann;
Cuando llegué a la plaza Lorea un orador anarquista, trepado en un farol, dirigía la palabra a la multitud proletaria [...]. Era un hombre de pueblo, enjuto, pálido y mal nutrido, de abundante cabellera y barba, pobremente vestido y que lucía en su cuello una amplia y flotante corbata. Su voz de trueno conmovía profundamente a la mísera y andrajosa muchedumbre que lo escuchaba y aplaudía. Era un espectáculo triste y doloroso que simbolizaba a lo más pobre y miserable del proletariado de Buenos Aires que por instinto o ignorancia militaba en el anarquismo.
A pocos pasos de la asamblea había apostada una enorme fuerza policial. Un centenar de soldados de la guardia de seguridad, montados en sus cabalgaduras, lenían aspecto y expresión imperturbable y firme, cual la máscara de la fatalidad. Otros tantos agentes de la policía a pie. Algo más lejos, el jefe de policía, coronel Falcón, en persona y su estado mayor contemplaban aquella reunión singular [...].
La columna se puso en marcha por la Avenida de Mayo hacia el oeste, con una gran bandera roja a la cabeza, sin música y sin cantos, solemne y muda como el Destino. Detrás de ella se movió el escuadrón de la muerte [...].
Apenas había dado un centenar de pasos cuando fui sorprendido por el ruido de una descarga y el grito de horror y de espanto de la muchedumbre, que huía en desbandada [...]. Cien soldados de a caballo descargaban a mansalva sus armas sobre una muchedumbre enloquecida por el pánico [...]. Hombres, mujeres y niños huyeron por las calles laterales. Y frente al Congreso Nacional, entre las calles Solís y Entre Ríos, sobre el pavimento de la avenida, quedó, entre charcos de sangre, un tendal de 14 muertos y 80 heridos [...].
La trágica noticia fue llevada, con la velocidad del rayo, en alas de la muerte, hasta el último barrio popular de la gran ciudad [...].
Mensajeros anónimos escapados de la plaza Lorea llegaron antes que yo a las filas de la manifestación socialista y, agitando pañuelos empapados en sangre, clamaron venganza [...]. Al instante todas las banderas y estandartes, que sumaban muchas docenas, se enlutaron con grandes crespones negros. Las diez bandas de música distribuidas a lo largo de tas diez cuadras que ocupaba la manifestación tocaron marchas fúnebres. Y aquella enorme multitud desfiló por Buen Orden y Avenida de Mayo hasta la plaza Colón, solemne y silenciosa, con la cabeza descubierta, con las banderas enlutadas, al son de marchas fúnebres, imponiendo recogimiento y unción a la multitud que en ambas veredas formaba el desfile como un marco imponente.
Quien haya presenciado y visto aquella singular y extraña procesión de 20.000 hombres mudos, graves, enérgicos y solemnes, jamás lo olvidará."
El 4 de mayo, más de 60.000 personas se concentraron frente a la morgue, esperando la entrega de los cadáveres, para acompañarlos hasta la Chacarita. En un acto de barbarie sin precedentes hasta el momento pero que se tornará una tradición de aquí en adelante, la policía le arrebató los féretros a las familias obreras para impedir que se concretara el multitudinario cortejo fúnebre. Los "cosacos" dispersaron a la mayoría, pero 4.000 aguerridos militantes lograron llegar hasta el cementerio.
A la salida, integrantes de la comisaría 21 volvieron a balear a los obreros.
Mientras tanto, en la Casa Rosada, dirigentes de la Bolsa de Comercio le rendían tributo al "heroico" coronel Falcón, que estaba siendo felicitado por el presidente José Figueroa Alcorta.
Inmediatamente las dos centrales sindicales, la UGT socialista y la FORA anarquista, convocaron a la huelga general exigiendo justicia y la expulsión de Falcón de la jefatura de Policía. La respuesta del gobierno fue la confirmación de Falcón con todos los honores. Durante toda esta "Semana Roja", como se la conoció, la huelga fue total. Entre los presentes en el acto de plaza Lorea se encontraba un joven anarquista ruso de sólo diecisiete años, llamado Simón Radowitzky.
Había nacido en Kiev, Ucrania, en 1891. Con sólo catorce años de edad, Radowitzky participó activamente en las protestas y sublevaciones de 1905, conocidas en la historia como la primera revolución rusa.
Huyendo de las persecuciones zaristas, llegó a la Argentina en marzo de 1908 y entró inmediatamente en contacto con los círculos anarquistas locales. Según cuentan los que lo conocieron, quedó profundamente impresionado por la represión de mayo de 1909 desatada por Falcón. Comentaba que la policía montada le recordaba a los cosacos zaristas que con sus sables dejaban un tendal de obreros muertos en las concentraciones anarquistas de Rusia.
Radowitzky asistió a las reuniones que condenaban la acción de Falcón y la actitud del gobierno que le aseguraba impunidad al comisario, acercándose a los grupos que propiciaban "la propaganda por el hecho", partidarias de la acción directa y de planificar el "ajusticiamiento" del coronel Falcón.
Tras varios meses de preparativos, todo estaba listo la mañana del 14 de noviembre. El joven Simón salió poco antes de las once de su casa de la calle Andes 394. Tomó el tranvía 17 y descendió en la esquina de Callao y Quintana. Caminó por Quintana hacia el cementerio de la
Recoleta y esperó unos minutos. De pronto vio salir un coche Milord.
En su interior, el coronel Falcón charlaba con su secretario, Juan Lartigau.
La conversación lo tenía tan ensimismado que no advirtió la extrema cercanía de aquel joven vestido de negro, que sin mediar palabras le arrojó un paquete que fue a dar al piso del coche entre sus piernas. Falcón no tuvo tiempo de reaccionar, un terrible estruendo rompió el rodado
y lo arrojó junto a su acompañante sobre el empedrado de Quintana. Sus piernas quedaron destrozadas al igual que las de Lartigau. Para cuando llegó la asistencia pública, los dos estaban prácticamente desangrados. Fueron trasladados de urgencia al Hospital Fernández, donde morirían horas después.
Tras arrojar la bomba, Simón Radowitzky corrió por Callao hacia el Bajo, pero fue perseguido por policías y civiles que lo arrinconaron contra una obra en construcción. Al verse acorralado, extrajo un revólver y tras gritar con un inconfundible acento ruso "viva la anarquía", se disparó un tiro sobre la tetilla izquierda. Los nervios le jugaron una buena pasada y sólo se produjo heridas leves. Tras el disparo sus perseguidores se arrojaron sobre él y lo condujeron casi a la rastra hasta la comisaría 15, donde fue salvajemente torturado en sucesivos interrogatorios. Radowitzky se negó a hablar y sólo decía: "tengo una bomba para cada uno de ustedes" y "viva la anarquía". Nunca dirá el nombre de los compañeros que colaboraron en el atentado. Con el tiempo se supo que fueron al menos cuatro.
Cuando todo indicaba que iba a ser sumariamente condenado a muerte, un tío de Simón, Moisés Radowitzky, de profesión rabino, aportó su partida de nacimiento que determinaba que era menor de edad, lo que evitó el fusilamiento. Se sustanció un proceso de una rapidez inusitada para los tiempos de la justicia argentina y se dictó una sentencia que no registraba antecedentes: se lo condenó a prisión por tiempo indeterminado y a ser sometido a pan y agua durante veinte días cada año al cumplirse los aniversarios del atentado.
Tras una breve estadía en la Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras y tras un intento de fuga, fue trasladado al penal de Ushuaia, donde permanecerá por 21 años, transformándose en un símbolo para el movimiento obrero anarquista que no dejará jamás de luchar por su libertad. Tras el atentado de Radowitzky, el gobierno decretó el estado de sitio y detuvo a dirigentes obreros. Grupos de jóvenes de la oligarquía al grito de "viva la patria" atacaron e incendiaron locales obreros y las imprentas de La Protesta y La Vanguardia.
Cien años de libertad
En mayo de 1910 la "espléndida" oligarquía se preparaba para celebrar el centenario de la Revolución de Mayo, aquella de Mariano Moreno.
Se organizaron grandes desfiles y una exposición universal para demostrarle al mundo los progresos de la París del Plata. Se cursaron invitaciones a todos los reyes y gobernantes del mundo occidental, pero sólo aceptó el convite la infanta Isabel de España, una "aristócrata" de segunda. La clase dirigente quería exhibir los avances del granero del mundo.
A los escritores orgánicos les agarró un ataque de nacionalismo y reivindicaron al otrora vago y mal entretenido gaucho, con tal de diferenciarse de la oleada inmigratoria y sus "ideas disolventes".
El movimiento obrero advirtió la gran trascendencia de los festejos y aprovechó su repercusión en la prensa internacional para dar a conocer la real situación de los habitantes del país.
La FORA anarquista lanzó una huelga general para la semana de mayo y realizó una manifestación que reunió 70.000 personas frente a la penitenciaría de la calle Las Heras. La gente pedía la libertad de los presos sociales, entre ellos, Simón Radowitzky.
El gobierno de Figueroa Alcorta decretó nuevamente el estado de sitio y el Congreso sancionó la ley 7.026, llamada "de Defensa Social", que incluía la pena de muerte para los activistas sindicales, limitaba seriamente la actividad gremial, prohibía explícitamente la propaganda anarquista y el ingreso de extranjeros que hubieran sufrido condenas por motivos políticos.
Pese a la dura represión, los fastuosos festejos del Centenario se vieron afectados por numerosas huelgas y actos de sabotaje llevados adelante por los anarquistas. El coraje y la entrega por la causa no tenían límites. Había que arruinarles la fiesta a los que venían arruinando la vida a millones de argentinos. Aquella fiesta para pocos pagada por todos.
El sabotaje obrero dejó sin luz a la ceremonia inaugural del festejo. Mientras hablaba Figueroa Alcorta sonaron petardos y un anarquista se ató con cadenas a las rejas de la Sociedad Rural. Hasta que lo desataron logró llamar la atención de la prensa extranjera y contar que en la Argentina el pueblo se moría de hambre y que eso que ellos veían era un dramático decorado.
La respuesta no se hizo esperar. Grupos nacionalistas que actuaban con total impunidad atacaron locales y bibliotecas obreras y hasta incendiaron el circo de Frank Brown. El gran payaso inglés había instalado su carpa en Florida y Paraguay. Los "pitucos" decían que afeaba la ciudad y llenaba esa zona elegante de gente indeseable. Es que Frank abría su circo a todas las clases sociales y no cobraba entrada a los niños pobres. El fuego "patriótico" arrasó también con la alegría infantil.
Cuenta un testigo de los hechos:
El 13 de mayo la policía empezó a detener obreros, sin que aún se hubiese decretado el estado de sitio. Los redactores de La Protesta y La Batalla, los miembros del Consejo Federal de la FORA y los del Comité Central de la Unión General de Trabajadores (que poco antes había cambiado su nombre por el de Confederación Obrera Regional Argentina) fueron los primeros en ser detenidos. Se había alquilado un inmenso local para encerrar a los presos, precaución necesaria sin duda alguna, ya que las numerosas cárceles que tiene Buenos Aires están siempre recargadas de detenidos [...]. Por la tarde la Cámara de Diputados votó la ley de estado de sitio, pero la de Senadores tuvo a bien no reunirse [..,] y hasta la tarde del día siguiente la suspensión de las garantías constitucionales no fue efectiva.
Mientras tanto, la nueva cárcel se iba llenando de detenidos. Fue una sorpresa de toda regla aquella detención en masa de propagandistas y elementos activos del movimiento obrero. [...] Mientras tanto, en la ciudad se organizaban columnas de patriotas, que al amparo del estado de sitio iban sembrando el terror por todas partes. [..,] Nada en verdad más alejado del sentimiento patriótico [...] que aquellos malones organizados y dirigidos por la policía, [...] las turbas del 14 de mayo y días siguientes no estaban animadas de sentimientos patrióticos. Fueron la acción deliberada y fría, el plan metódico y el cálculo previsor de los que las movieron y animaron. [...] Tuvo el propósito de aterrorizar a los trabajadores impidiendo que éstos, movidos a impulsos de la solidaridad, respondieran a los prisioneros y la declaración del estado de sitio con el paro general. Se habían suspendido las garantías constitucionales para impedir la huelga general, y no era lógico que esa misma suspensión fuese un acicate impulsador de la huelga, un nuevo motivo para ella. [,.,] Era preciso impedir a todo trance que hubiese huelga, para que las fiestas del Centenario se realizasen tranquilamente, con todo el brillo que era posible esperar de la presencia de la nieta del rey español destronado por la revolución que se conmemoraba. La autocracia, el autoritarismo, la cesación de las leyes constitucionales [...] es lo que los republicanos federales de la Argentina pusieron en vigencia para celebrar [...] aquella revolución que proclamó la libertad, los derechos del hombre, la soberanía popular.
Así festejaba la oligarquía a través del gobierno de Figueroa Alcorta —aquel que el 28 de enero de 1908 había clausurado el Congreso Nacional— los "cien años de libertad". Así conmemoraba el Centenario de la Revolución iiderada por Mariano Moreno, aquel que los había sentenciado con su frase premonitoria:
Es necesario destruir los abusos de la administración, desplegar una actividad que hasta ahora no se ha conocido, promover el remedio de los males que afligen al Estado, excitar y dirigir el espíritu público, educar al pueblo, destruir o contener a sus enemigos y dar nueva vida a las provincias. Si el gobierno huye el trabajo; si sigue las huellas de sus predecesores, conservando la alianza con la corrupción y el desorden, hará traición a las justas esperanzas del pueblo y llegará a ser indigno de los altos destinos que se han encomendado en sus manos."
Así fue aquel "maravilloso" centenario, con la prensa obrera incendiada y acallada, dos mil trabajadores detenidos, cien deportados y otros cien enterrados en el infierno del penal de Ushuaia.
Pero la lucha iba a seguir, la semilla plantada en el granero del mundo iba a fructificar. Ya no les seria tan fácil a los dueños del poder manejar el país como si fuera una estancia.


[1] Último capítulo del libro Los mitos de la historia argentina 2 de Felipe Pigna.
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EL RADICALISMO AL PODER Y SU OBRA DE GOBIERNO
Lecturas recomendadas: Capítulos correspondientes de los libros Revoluciones de Félix Luna y Grandes conspiraciones de la historia argentina de Luis Fernando Beraza (ambas se encuentran en Biblioteca).
La reforma electoral
La lucha radical, expresada en las revoluciones de 1893 y 1905, y el creciente descontento social, expresado por innumerables huelgas, llevarán a un sector de la clase dominante a impulsar una reforma electoral que calme los ánimos y traslade la discusión política de las calles al parlamento. En 1912, el presidente Roque Sáenz Peña logró la sanción de la ley que lleva su nombre y que establece el voto secreto y obligatorio.
La etapa radical
La aplicación de Ley Sáenz Peña hizo posible la llegada del radicalismo al gobierno. Los radicales gobernarán el país entre 1916 y 1930 bajo las presidencias de Hipólito Yrigoyen (1916-1922) (1928-1930) y Marcelo T. de Alvear (1922-1928), e impulsarán importantes cambios tendientes a la ampliación de la participación ciudadana, la democratización de la sociedad, la nacionalización del petróleo y la difusión de la enseñanza universitaria. El período no estuvo exento de conflictos sociales derivados de las graves condiciones de vida de los trabajadores. Algunas de sus protestas, como la de la Semana Trágica y la de la Patagonia, fueron duramente reprimidas con miles de trabajadores detenidos y centenares de muertos.
Gobierno de Yrigoyen:
En las elecciones la fórmula Hipólito Yrigoyen-Pelagio Luna se impuso cómodamente superando a las fórmulas del Partido Conservador (Ángel Rojas - Juan Eugenio Serú), del Partido Demócrata Progresista (Lisandro de la Torre - Alejandro Carbó) y del Partido Socialista (Juan B. Justo-Nicolás Repetto).
El impulso inicial de la conquista de los derechos democráticos se vio frenado, ya que la UCR no controlaba el Senado ni la gobernación de muchas de las provincias. Yrigoyen recurrió en varios casos a la intervención federal, ahondando el enfrentamiento con los sectores conservadores.
Económicamente, la Argentina tras la primera guerra mundial, no se vio muy beneficiada, se redujeron las exportaciones, y también una disminución en las importaciones, eso generó desempleo vinculado al sector exportador. Pero en 1918, una creciente demanda de los productos de exportación argentinos, rápidamente se generalizó la inflación, que benefició a los terratenientes exportadores por el mayor precio que recibían por sus productos y perjudicó a los trabajadores asalariados.
A indicación suya, el candidato radical para las elecciones de 1922 fue Marcelo Torcuato de Alvear. Éste resultó electo, y pronto se puso al frente de la facción antipersonalista de su partido, es decir, la opuesta a Yrigoyen.
Gobierno de Alvear:
Marcelo Torcuato de Alvear asumió la presidencia de Argentina el 12 de octubre de 1922, pero su gabinete provocó una mala impresión entre muchos radicales, ya que casi ninguno de los ministros era amigo del ex presidente, aunque se trató, en todos los casos, de personalidades destacables. Ciertos nombramientos de ministros resultaron sorpresivos, como fue el caso del almirante Manuel Domecq García, ferviente represor de las manifestaciones en huelga durante el gobierno de Yrigoyen, como así también el nombramiento del general Agustín Justo.
Política económica
Su periodo de presidencia comenzó justo cuando terminaba la crisis mundial de la posguerra, lo cual permitió mejorar la economía y las finanzas sin mayores contratiempos. La economía argentina alcanzó durante su gobierno la situación más próspera que jamás haya tenido en su historia, debido principalmente a un favorable frente externo, con la reactivación posterior a la Primera Guerra Mundial. En este período, el gobierno de Alvear se centro en las políticas agroexportadoras, en carnes y cereales. Hubo un gran crecimiento en las áreas sembradas con cereales, como en el caso de la pampa húmeda.
Además del crecimiento en el agro, también se propago el desarrollo industrial, instalándose en 1922 la primera planta de producción automotriz Ford de Latinoamérica, con una inversión de 240.000 dólares para la construcción de la misma. Tan solo un año después, la estatal YPF instalo el primer surtidor de nafta, en la esquina de Bartolomé Mitre y Rosales, en la ciudad de Buenos Aires. En 1925 salió a la venta el popular Ford T, a los dos años la producción llegó a las 100.000 unidades.
En 1923 Hampton y Watson alquilaron un galpón en la calle Garay 1, y al año siguiente comenzaron a producirse las primeras unidades del modelo Doble Phaeton, por General Motors Argentina. Durante la gestión de Alvear, fue muy notable el crecimiento del parque automotor, tanto por la fabricación de los automotores como por la importación: en 1920 el mismo era de 48.000 unidades, un promedio de 187 habitantes por automotor, para 1930 aumentó a 435.822 unidades, a un promedio de 27,6 habitantes por automotor. Ejemplo del crecimiento automotriz fue la producción de Ford: logró vender a los nueve meses de abrir su planta, un total de 6.663 unidades.
A partir del año 1925 se registró un grandísimo aumento en las inversiones extranjeras provenientes de los Estados Unidos, se realizaron a través de las empresas relacionadas con la industria frigorífica, con las organizaciones de distribución y producción de energía, y de bienes de consumo. Esta "invasión" repentina de capitales estadounidenses provocó una competencia con los capitales provenientes del Reino Unido, aquella rivalidad se vio reflejada en áreas tales como los transportes (entre los productos automotores exportados de Estados Unidos y los ferrocarriles ingleses). Pero también se agudizo la competencia con empresas frigoríficas vinculadas con estos dos países. Estos conflictos llevaron al deterioro de las relaciones con los ingleses.[12] Aunque estos acontecimientos empezaron en aquel año, ya en 1923 prediciendo estos inconvenientes, el presidente Alvear creó un frigorífico nacional (más tarde sería conocido con el nombre de Frigorífico Lisandro de la Torre), para acabar con los manejos que existían en los frigoríficos extranjeros.
La primera Feria del Libro en Argentina tuvo lugar en Buenos Aires, en septiembre del año 1928, en la foto se encuentra el Presidente con sus ministros Roberto Ortiz y José Tamborini, recorriendo en el día de la inauguración.
Política laboral
Se sancionaron leyes de previsión social como la ley n.º 11.289 en 1923; aunque significó un avance hacia la jubilación universal y obligatoria, más tarde en 1925, la Unión Industrial consiguió anularla, argumentando que sería muy costoso mantenerla. El movimiento obrero también se quejó de ella, ya que no querían que se descontara de sus salarios el 5% correspondiente a los aportes obreros. La ley n.º 11.371 sancionada en 1924 reglamentó el trabajo de mujeres y menores en Capital Federal y en los Territorios Nacionales, la ley n.º 11.278, del año 1925 reglamentó el pago de los salarios. En 1926, la ley que declara feriado el Primero de mayo, enviada al Congreso por el poder ejecutivo en 1924, no recibió sanción legislativa. El texto decía que era: “deber de los poderes públicos propender a que sea día sereno y auspicioso, de solidaridad social y paz espiritual”, bajo la forma de Día del Trabajo reconocido por el Estado, enlazaba la conmemoración obrera con la fecha de sanción de la Constitución de 1853.
Además, se promulgaron: la ley que combate a los “trusts”, la que controla el comercio de carnes (controles como precio máximo y mínimo de venta, control de transacciones del ganado vacuno), para evitar los vales, comunes en el interior. También se sancionaron leyes previsionales, como la jubilación para los bancarios y maestros, se creó la Caja de Previsión Social para jubilaciones a empleados y obreros, identificación de mercancías de industria argentina, pagos de sueldos obligatoriamente en moneda nacional (para evitar el uso de vales de cambio) e impuestos a las herencias. En el año 1924 se aumentó la jubilación de los maestros, antes la misma era muy baja. Se reguló el cierre de los comercios a las 20:00.
Durante su presidencia y con motivo de la finalización de la guerra se reactivó el flujo de inmigración hacia la Argentina. Desde 1924 a 1929 entraron al país casi dos millones de personas, de las cuales quedaron radicados en el país 650.000.
En 1924 hubo grandes huelgas y protestas obreras por el veto de la ley que extendía la jubilación a amplios sectores de trabajadores. En abril de ese año la Unión Sindical Argentina (USA), organizó una gran huelga general, pero como no había sido apoyada por los anarquistas ni por los socialistas, la huelga se convirtió en un fracaso.
Aunque fueron escasos los conflictos y las crisis, sí existió una profunda crisis en la industria azucarera tucumana, la que desembocó en que los cañeros (amparados por la Federación Agraria Argentina) emprendieran una huelga a la que se sumaron los obreros de los ingenios y que incluyó el asalto a trenes de carga, cañaverales e instalaciones industriales. Al año siguiente, Alvear intervino a través de un laudo, que estableció un precio promedio de venta de la caña al ingenio, e instituyó un organismo provincial para resolver los conflictos de allí en adelante. El resultado fue apreciado como abiertamente favorable para los cañeros. Durante sus giras políticas en la década de 1930, esta política la tomaría como ejemplo de justicia social.
Pese a que en las elecciones de diputados nacionales de 1926, el yrigoyenismo logró ganar en los distritos más importantes, el Congreso pudo sancionar con éxito varias leyes, entre ellas se encontraban: la que reglamenta el trabajo nocturno en las panaderías, la que reconoce los derechos civiles de las mujeres, la que deja sin efecto la reglamentación sobre jubilaciones (expresada anteriormente), la de profilaxis de la lepra, la que regula la actividad de las sociedades cooperativas, la que destina una importante suma para renovar el armamento naval,[21] la que dispone un nuevo enrolamiento general y el Registro electoral.
Política internacional
En el año 1924 se realizaron festejos y agasajos oficiales, con motivo de la visita al país del príncipe heredero del trono de Italia, Humberto de Saboya.[20] La visita del príncipe de Italia produjo un sobrepaso en los gastos previstos para el recibimiento. El monto total fue alrededor de 500.000 pesos. Víctor Molinas le comunicó al Presidente que se habían pasado en el monto. Molinas quiso pasar el gasto a rentas generales, pero no obstante, el mismo Alvear fue quién pago el medio millón de pesos, gracias al loteo y venta de parte de sus tierras heredadas de Don Torcuato.
Con motivo del Centenario de la batalla de Ayacucho, en 1924 el gobierno argentino mandó una delegación a Perú. Fue el ministro de guerra, el General Agustín P. Justo, junto a (entre otros), el poeta Leopoldo Lugones.
El 24 de marzo de 1925 vino a la Argentina el científico Albert Einstein junto a su esposa Elsa, se hospedó en el país durante exactamente un mes, ya que partió del país el 24 de abril, si bien no hay registros ni testimonios que se haya entrevistado con el Presidente, es un hecho destacable que Einstein haya arribado a la Argentina, durante este periodo prospero de la historia argentina. La visita histórica connota el buen estado del país en aquel momento. Einstein quien ya era mundialmente conocido por su Teoría de la Relatividad, vino al país por una invitación de la Universidad de Buenos Aires y la Sociedad Hebraica Argentina. Durante su visita brindó doce conferencias, la gran mayoría para explicar su nueva teoría.
En el año 1925 Alvear se entrevistó con el presidente de Chile Arturo Alessandri, el 17 de agosto arribó a Argentina el príncipe de Gales, Eduardo de Windsor, heredero de la corona británica.
Política petrolera
Una de las primeras acciones del gobierno de Alvear fue nombrar al general Enrique Mosconi como Director General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Con el apoyo gubernamental este impulsó el crecimiento de YPF con el objetivo de alcanzar el autoabastecimiento de petróleo, vital para el desarrollo autónomo del país, y promovió medidas tendientes a disminuir la competencia de empresas extranjeras. En 1924 se promulgaron los primeros decretos que restringían las concesiones de exploración, limitaban posibles zonas productivas y fijaban los plazos de vencimiento para efectuar exploraciones.
Así se logro aumentar la capacidad de explotación y exploración. Se finalizó en 1925 la construcción de la destilería de la La Plata (en funcionamiento hoy en día). Esta realiza elaboraciones de nafta, kerosene y fuel oil. Pocos meses después de su habilitación comenzó la producción de nafta para aviones. Esta destilería fue la décima destilería más grande del mundo.
Tanto el petróleo como la cuestión de lograr el autoabastecimiento, se convirtieron en temas de campaña para las elecciones del año 1928,en ese mismo año comenzó la explotación de petróleo en la provincia de Salta, y en 1933 se descubrió petróleo en Tranquitas.
Política bélica
El ministro de guerra Agustín Pedro Justo aumentó los gastos en equipamientos de guerra, para modernizar las Fuerzas Armadas, entre otras cosas se compraron quinientos cañones Schneider de 155 mm.
Se instaló la base de submarinos en Mar del Plata y se renovaron las unidades de la flota argentina. En octubre del año 1927 se construyó la Fábrica de aviones de Córdoba, esta fue la primera fábrica de alta tecnología en Argentina.
Pero los gastos para el ejército no tardaron en despertar las críticas de la oposición.
Obras públicas
En materia de obras públicas se inició la construcción del Ministerio de Hacienda, de Obras Públicas, de Guerra y Marina y el edificio del Banco Nación en Plaza de Mayo. Contrastando con su antecesor a Alvear le gustaba exhibirse. Nunca en otra gestión se hicieron tantos monumentos, nunca hubo tantas ceremonias oficiales prestigiadas por el Jefe de Estado.
En 1923 se inauguró el Museo de Luján. En Buenos Aires desarrollo una gran gestión el intendente Carlos Noel. Entre las obras de dicha gestión figuran la finalización del paseo de la Costanera Sur, la construcción de hornos para la incineración de basura y la compra de la finca de Lezica para construir el parque Rivadavia. Noel también mandó asfaltar muchas calles de la ciudad. El verano de ese mismo año fue uno de los más calurosos de la historia, con temperaturas superiores a los 40 °C.
En el año 1925 se inauguró la bajada de Maipú y el Paseo de Julio, un monumento en conmemoración a Leandro N. Alem, en este acto se ven al Presidente con Hipólito Yrigoyen, es una de las pocas veces que aparecieron juntos, ya que para ese momento ambos se había separado en distintas líneas del radicalismo.
En el mes de julio de 1924, el Club Atlético Boca Juniors debuta en su nuevo estadio enfrentando al Club Nacional de Football, el puntapié inicial fue dado por el Presidente Marcelo T. de Alvear.
En 1928, muy poco antes del traspaso del mando, el Presidente estrena el Palacio de Correos y recibe el primer avión construido por la Fábrica Nacional de Aeroplanos, un Avro Gosport. El 6 de septiembre de se mismo año comienzan las obras de construcción para el subterráneo Lacroze, que une Plaza de Mayo con Chacarita.
La división del radicalismo
La división del partido radical, se fue volviendo inevitable en 1923: nueve senadores radicales se declararon "antipersonalistas", es decir, contrarios al personalismo de Hipólito Yrigoyen, y brindaron su apoyo al presidente Marcelo Torcuato de Alvear, también hubo roces entre éste y su vicepresidente Elpidio González, ya que este último era yrigoyenista. El yrigoyenismo tomaba a los antipersonalistas como conservadores. Por otra parte los antipersonalistas decían que Yrigoyen violaba las reglas del juego político. Estas disputas siguieron, y lo que fue peor, se trasladaron al Congreso, en donde los diputados fieles a Yrigoyen solían obstaculizar las iniciativas del Poder Ejecutivo, ya fuese a través de discusiones o bien retirándose del recinto para evitar dar cuórum. En este contexto, el presidente Alvear clausuró por decreto las sesiones extraordinarias, en vista de que la actividad legislativa era casi nula.
Los antipersonalistas (línea del radicalismo que simpatizaba con el presidente), presionaron a Alvear para que interviniera la provincia de Buenos Aires. Pero Alvear se negó a realizar tal acto. Debido a esta polémica, renunció el ministro del Interior, Vicente Carmelo Gallo, y el 5 de agosto de 1925 el presidente tomó juramento a José Pascual Tamborini, quien adhería al legalismo de Alvear.
Cuando se acercaban las elecciones presidenciales del año 1928, la Unión Cívica Radical se dividió en dos caminos: por un lado los seguidores de Yrigoyen, llamados personalistas, impulsaron al propio caudillo como candidato a Presidente de la Nación; mientras que la UCR antipersonalista (con la que simpatizaba Alvear), presentó a Leopoldo Melo como candidato. La victoria de Yrigoyen en las elecciones de 1928 fue aplastante, con el 62% de los votos, Yrigoyen fue llevado nuevamente a la presidencia. A tres días del traspaso del mando, Alvear cambió su gabinete con ministros antiyrigoyenistas.
Segundo gobierno de Yrigoyen:
Yrigoyen fue electo presidente nuevamente en 1928, para un período que debió ser 1928-1934, derrotando a una coalición de conservadores y radicales antipersonalistas.
En 1929 se produjo la Gran Depresión mundial. El radicalismo dirigido por Yrigoyen no supo responder a las nuevas tendencias socio-político-económicas que la crisis estaba señalando, en un contexto de desintegración de todo un paradigma económico mundial.
Yrigoyen intervino las provincias de Mendoza y San Juan, gobernadas por radicales opositores (el lencinismo en la primera, y el bloquismo de los Cantoni en la segunda). A fin de año, el Senador opositor mendocino Carlos Washington Lencinas fue asesinado por un militante yrigoyenista. El crimen causó estupor en el país; lógicamente, Yrigoyen fue acusado de haberlo ordenado, aunque no es probable que ello haya ocurrido. Un mes más tarde, hubo un atentado anarquista contra Yrigoyen al salir de su casa para ir a la Casa de Gobierno.
El año 1930 se inició con otro asesinato de un opositor en una provincia intervenida por el gobierno, el del abogado bloquista Manuel Ignacio Castellano. El 2 de marzo se realizaron las elecciones parlamentarias, en las que la Unión Cívica Radical perdió estrepitosamente en la Ciudad de Buenos Aires, frente a los 100.000 votos obtenidos por el Partido Socialista Independiente, seguidos del Partido Socialista original, con 84.000. Los radicales obtuvieron 83.000. En todo el país, la UCR retrocedió en su caudal electoral, obteniendo 655.000 votos, mientras la oposición alcanzó 695.000 (Luna, 349).
En plena crisis económica y política, y cuando aún faltaban cuatro años para las elecciones presidenciales, la debilidad del gobierno de Yrigoyen se hizo crítica. El radicalismo estaba completamente dividido y el gobierno no tenía diálogo con la oposición.
El hecho más importante y duradero del segundo gobierno de Yrigoyen fue la decisión tomada el 1 de agosto por parte de la empresa petrolera estatal YPF de intervenir en el mercado petrolero para fijar el precio y romper los trusts.
Treinta y siete días después, el 6 de septiembre de 1930, fue depuesto por el primer golpe de estado de la época constitucional, apoyado por la gran prensa de las familias oligárquicas, el ejército y la oposición de la élites conservadoras. La clase media, clave para su llegada al poder, había dejado de respaldarlo tras la debacle económica. Varios historiadores han vinculado, al menos parcialmente, el golpe militar con la decisión de YPF. En el curso del golpe de estado, turbas de manifestantes ingresaron a la casa de Yrigoyen para saquearla.
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AUTONOMÍA UNIVERSITARIA Y COGOBIERNO ESTUDIANTIL
La Reforma Universitaria de 1918
Aunque en el umbral del siglo XX la influencia de la Universidad se extendía en múltiples ámbitos, fue a partir de 1918 cuando su carácter rector adquirió una fuerza inusitada.
En consonancia con los acontecimientos que vivían el país y el mundo, en junio de 1918 la juventud universitaria de Córdoba inició un movimiento por la genuina democratización de la enseñanza, que cosechó rápidamente la adhesión de todo el continente.
Esta gesta, conocida como Reforma Universitaria, es uno de los mitos de origen de la Córdoba del siglo XX, y uno de los puntos de partida de su entrada en la modernidad. La utopía universitaria del '18 se anticipó medio siglo al "Mayo Francés" y extendió su influencia a todas las universidades argentinas y latinoamericanas.
Las reivindicaciones reformistas bregaban por la renovación de las estructuras y objetivos de las universidades, la implementación de nuevas metodologías de estudio y enseñanza, el razonamiento científico frente al dogmatismo, la libre expresión del pensamiento, el compromiso con la realidad social y la participación del claustro estudiantil en el gobierno universitario.
Las bases programáticas que estableció la Reforma fueron:
ü Cogobierno estudiantil
ü Autonomía universitaria
ü Docencia libre
ü Libertad de cátedra
ü Concursos con jurados con participación estudiantil
ü Investigación como función de la universidad
ü Extensión universitaria y compromiso con la sociedad
Cronología de la gesta estudiantil
En marzo, los estudiantes todavía continúan con sus protestas. Se organiza el Comité Pro - Reforma presidido por Ernesto Garzón, Horacio Valdéz y Gumersindo Sayago. Tras decretar una huelga en apoyo a sus proyectos, el Consejo Superior decide "no tomar en cuenta ninguna solicitud estudiantil".  El Rector cerró las puertas de la Universidad.
El 11 de abri se conforma la Federación Universitaria Argentina (FUA), presidida por Osvaldo Loudet. Ante la gravedad de los sucesos que se producían en Córdoba, y luego de recibir a los dirigentes estudiantiles, el presidente Irigoyen decreta la intervención de la Universidad y designa al Dr. Nicolás Matienzo para ejercerla. Casi inmediatamente después de asumir, redactó e hizo aprobar el estatuto que reemplazaría al de 1893, al que calificó de restrictivo por que excluía a los profesores y dejaba el gobierno en manos de cuerpos vitalicios. Matienzo democratizó, de esta manera, el gobierno universitario. La lucha estudiantil estaba legitimada por el apoyo del ex gobernador de la Provincia, Ramón J. Cárcano, y algunas personalidades como Deodoro Roca, Enrique Martínez Paz, Arturo Orgaz, Joaquín V. González.
La nueva Asamblea Universitaria constituida por la totalidad de profesores titulares y suplentes fue convocada para el 31 de mayo. Durante ese mes se eligieron democráticamente los decanos de las tres facultades que entonces existían (Derecho, Medicina y Ciencias Exactas). Triunfan de forma avasalladora los partidos de la Reforma. Belisario Caraffa fue proclamado vicerrector y se trasladó para el 15 de junio la elección del rector. Estos antecedentes indicaban que ese día el Dr. Enrique María Paz, abanderado de la reforma, sería consagrado rector. Sorpresivamente y olvidando el compromiso adquirido ante los estudiantes, la Asamblea de Consejeros elige rector al Dr. Antonio Nores, candidato de la asociación clerical "Corda Frates" , congregación de caballeros católicos, muy unidos por lazos de amistad y parentesco. Los estudiantes, envueltos por un sentimiento de traición, irrumpieron en el salón, lo desalojaron e impidieron la consumación del acto. Sobre el mismo pupitre rectoral redactaron la declaración de una nueva huelga. Surgieron entonces dos entidades de programas opuestos: la Federación Universitaria presidida por Enrique Barros, y el Comité Pro Defensa encabezado por Carlos Artaza Rodríguez.
El 17 de junio, Nores asume el rectorado. Se registran otros hechos de violencia. La FUC reclama su renuncia al tiempo que difunde el Manifiesto a los Hombres Libres de  Sud América, redactado por Deodoro Roca, al que suscriben varios reformistas. Los estudiantes de todo el país y los obreros se pliegan a la huelga.
El 6 de julio, el Obispo de Córdoba, Fray Zenón Bustos, acusa a los estudiantes de incurrir en "prevaricato franco y sacrilegio". El día 11 el Consejo Superior clausura la Universidad.
El Primer Congreso Nacional de Estudiantes, convocado por la FUA, inicia el 21 de julio sus sesiones en Córdoba proclamando la necesidad de autonomía, gobierno tripartito paritario, asistencia libre, régimen de concursos y periodicidad de la cátedra, entre otras demandas. Ante la ingobernable situación, Nores renuncia al rectorado acompañado por numerosos profesores. Se suceden las manifestaciones estudiantiles. El Ejecutivo, haciéndose eco de las protestas estudiantiles, designa como interventor de la Universidad de Córdoba a Dr. José Salinas, se reforman los estatutos y se da lugar a muchas aspiraciones estudiantiles. Aceptó la renuncia a sus cátedras a numerosos profesores. Muchos reformistas ingresaron a la docencia, entre ellos Arturo Capdevilla, Deodoro Roca, Arturo y Raúl Orgaz.
Se refirman los estatutos de la UBA y se declara la libre asistencia a clases y la representación de los estudiantes al Consejo.

La Reforma Universitaria de 1918*
     
 "La Reforma Universitaria de 1918 es el hecho que más asociado ha quedado a los logros del gobierno radical en favor de la clase media. Más tarde dicha Reforma, repercutiría enormemente en los movimientos universitarios de toda Latinoamérica; sus orígenes, empero, fueron los prosaicos conflictos que tuvieron lugar a comienzos de siglo entre la élite criolla y los nuevos grupos de clase media en torno al acceso a las universidades, y, más allá de éstas, a las profesiones liberales urbanas. De manera que la Reforma Universitaria estuvo íntimamente vinculada al fenómeno general de la tensión social entre los grupos de clase media, producto de la restricción al crecimiento industrial en la economía primario-exportadora.
En 1918, primero en la Universidad de Córdoba y luego en otras Casas de Altos Estudios, hubo una sucesión de huelgas estudiantiles, algunas de las cuales alcanzaron violentas proporciones. Su objetivo era que se modificaran los planes de estudio y se pusiera fin a la influencia escolástica y clerical en la educación superior. Los reformadores presentaron sus ideas en términos de una filosofía de la educación y la sociedad marcadamente distinta de la del pasado, popularizando por vez primera la democracia educativa y la participación de los estudiantes en el gobierno de las Universidades.
Aunque el gobierno radical se encontró en un estado de irremediable confusión cuando intentó satisfacer los objetivos más metafísicos de los estudiantes, lo cierto es que tomó medidas positivas en respuesta a sus demandas más concretas. Tras prolongadas negociaciones entre los funcionarios y los líderes universitarios, se simplificaron los criterios de ingreso y los planes de estudio sufrieron importantes modificaciones; pero el paso más trascendente que dio el gobierno fue la creación de nuevas universidades que ampliaron las posibilidades de los grupos de clase media de recibir educación superior.
Así pues, en 1922 estos grupos habían llegado a ocupar una posición política muy diferente de la que tenían en el período oligárquico; ahora estaban plena y directamente envueltos en las actividades del Estado y se habían transformado en uno de sus principales beneficiarios. Si se exceptúan episodios espectaculares como el de la Reforma Universitaria, este cambio tuvo lugar en forma gradual, sin serios choques que pusieran en peligro la estabilidad del nuevo sistema político. En gran medida, lo que estaba ocurriendo era un efecto previsible de la ampliación del sufragio en 1912. Al conceder esto, la élite se había declarado dispuesta a aceptar una extensión del papel político de la clase media como artilugio para conquistarlo. Los problemas que planteó el nuevo sistema sólo salieron a relucir al término del período de Yrigoyen, en la depresión de postguerra iniciada en 1921. Hasta entonces los terratenientes aprovecharon el auge de las exportaciones y sus concesiones materiales a los grupos de clase media por lo general se hicieron a expensas de otros sectores sociales".
*Tomado de: David Rock El radicalismo argentino 1890-1930 Buenos Aires, Editorial Amorrortu 1977, publicado en Clarín digital: http://edant.clarin.com/diario/especiales/yrigoyen/textos/ref_univ.htm
 
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ACTIVIDAD:
Dar el presente en el sector comentarios, leer la lectura -OBLIGATORIA- de Bellini y Korol que está publicada en el grupo de facebook y luego elaborar un esquema conceptual de los vaivenes de la economía argentina durante el período de los gobiernos radicales (esto se presenta en el sector comentarios, así que sean concisos).

26 comentarios:

  1. presente profe....noelia oliva

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  2. González,Anabel, Presente.
    Actividad:
    LA ECONOMÍA ARGENTINA
    |debió enfrentar
    NUEVAS DIFICULTADES
    |debido a la
    CRISIS
    |provocada por la
    1RA GUERRA MUNDIAL
    |registrada en el
    SIGLO XX __-INMIGRANTES
    |afectando al | - CAPITALES
    DESARROLLO ECONÓMICO| EXTRANJEROS
    |que redujo la | -PRODUCTOS
    LLEGADA_____de_____|INDUSTRIALES__y esta__DISMINUCIÓN
    |AUMENTO DE |dio lugar a un
    |DESEMPLEO CAMBIO
    INSTITUCIONAL
    |el
    RADICALISMO
    |con las
    PRESIDENCIAS
    |de
    YRIGOYEN--------------------------------------y-------------------------------------ALVEAR
    (1916-1922)(1928-1934) (1922-1928)
    |en sus |en su
    AÑOS INICIALES MANDATO
    /apoyó los |limitó el \organizó la \y creó |aumentó la
    RECLAMOS COMERCIO FEDERACIÓN YPF -EXPORTACIÓN
    OBREROS DE CEREALES OBRERA -INMIGRACIÓN
    MARÍTIMA |y sancionó
    \ LEYES LABORALES
    \ |como la
    \ - PROHIBICIÓN DEL
    \ TRABAJO A MENORES
    \ |y la
    \ JUBILACIÓN UNIVERSAL
    \___________________/
    |y es preciso
    DESTACAR LOS INTENTOS FALLIDOS
    |por
    FORMULAR Y APLICAR
    |las
    POLÍTICAS PÚBLICAS
    |a los
    CONFLICTOS
    / \
    ECONÓMICOS y SOCIALES

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  3. Godoy yanina presente profe

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  4. La economía argentina
    Autores bellini y korol

    El desempeño de la economía argentina en el siglo XX
    Hacia 1913 la Argentina se encontraba entre el pequeño grupo de naciones que contaban con un elevado ingreso per cápita; al finalizar el siglo, ocupaba un lugar muy secundario en relación con los países desarrollados. Los estudios han propuesto explicaciones diversas, incluso contradictorias, para esa "declinación".
    A diferencia de los enfoques que interpretan el derrotero argentino como una extraña clase de fracaso, difícil de comprender dada la excepcional dotación de recursos naturales y humanos,
    Se analizan el desarrollo económico del país atendiendo a las oportunidades abiertas por las transformaciones del comercio mundial y de la inserción de la Argentina en él. Buscan una explicación en las características de esa inserción, en los desafíos que abrió la pérdida de dinamismo del sector agro exportador y en las de una industrialización tardía e incompleta. Se examinan las reformulaciones extremas en las políticas económicas, el papel del estado y sus instituciones, y las estrategias de los principales actores económicos y sociales que dificultaron la consolidación de acuerdos básicos estos autores recorren cronológicamente a la economía argentina del siglo XX e iluminan una trayectoria que no es lineal en su sentido ni en sus consecuencias.

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  5. Presente Profe Farfan Paola

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  6. pereira, analia presente
    A partir de 1914, la economía argentina debió enfrentar nuevos desafíos: por un lado, la primera guerra mundial clausuró el periodo de gran expansión del comercio global e inauguró una etapa caracterizada por la inestabilidad, la caída de los precios de los productos primarios y el auge del proteccionismo
    El conflicto volcánico desato en Europa una crisis política y económica que clausuro el periodo de expansión iniciado a finales del siglo XIX. La guerra tuvo profundo efectos sobre el comercio internacional e impacto seriamente en la economia, abierta al comercio intenso de productos agrarios y manufacturas. La venta de granos se contrajo violentamente.
    En el orden financiero, la crisis de 1913 y la fuga de oro dejo a los bancos privados en especial los nacionales al borde de la bancarrota. La guerra trajo consigo otras novedades, como un prolongado déficit fiscal.

    YRIGOYEN ALVEAR
    -importantes mejoras e las condiciones -volvió a elevar los derechos hasta
    de trabajo totalizar un aumento del 60%
    -reducción de la jornada laboral -trabas arancelarias para la exportación
    -apoyo las demandas de la federación obrera de carnes y cereales
    marítima
    -con los primeros síntomas de recuperación -regreso a la convertibilidad
    económica , la organización del movimiento -apoyo la sanción de las cuatro leyes que
    obrero se amplio abarcando a loa trabajado intentaban regular el negocio de la carne
    res de los frigoríficos, los obreros del azu finalmente no se aplico ninguna ley.
    car, los textiles
    -a partir de 1918 recupero el sendero creci
    miento
    -recuperación en la exportación de granos
    -respondió con una rebaja del precio del
    azúcar
    -decreto la dirección general de yacimiento
    petrolíferos fiscales

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  7. Coffi, M. Fernanda

    Profe PRESENTE...

    ECONOMÍA ARGENTINA

    +Impacto de la guerra deslizó una profunda recesión
    +Mecanismos de transmisión / salida de oro / hacia el extranjero
    / caída de las exportaciones primarias
    + Comercio Internacional/ impactó en la exportación
    / Comercio de productos agrarios manufacturados
    + La venta de granos se contrajo violentamente
    + Mayor exportación de carnes congeladas
    + Caída de exportaciones de granos, escasez de combustibles, insumos y maquinarias
    + Disminución del PBI per cápita
    + Economía especializada en producción agropecuaria
    + Economía mundial / poder financiero de Gran Bretaña
    / Ascenso de Estados Unidos
    / Difíciles acuerdos de posguerra
    + Vínculo anglo – argentino
    + Perturbación de corrientes comerciales en Europa
    + Ofrecimiento al mercado mundial de EE.UU / radios/ heladeras/ maquinarias
    + Industria británica / cigarrillos/ cerveza/calzado/etc.
    + Se promulga el Arancel de Emergencia
    + Ciclo agro-pampeano
    + Crecimiento horizontal de la producción
    + Entre 1914 y 1925 la agricultura pampeana se estanca
    + En 1922 incremento de ganado vacuno
    + Stock ganadero/duplicado
    + En 1912 hubieron /huelgas de chacarero
    + Ganadería
    + La Argentina mayor productor de carne bovina
    + Demanda de carnes enfriadas (chilled beef) / congeladas
    / envasadas
    + Inversiones de otros comerciantes y profesionales / “granaderos ocasionales”
    + Esta carne requería de vacunos de razas finas
    + En 1921, se genera una crisis ganadera
    + Los frigoríficos redujeron sus compras
    + Se establecen 4 leyes / regular el comercio de las carnes (Ley 11.226)
    / asegurar un precio mínimo para las carnes de los frigoríficos y un precio máximo para el público (Ley 11.227)
    / implantar el sistema de venta por peso vivo (Ley 11.228)
    / crear un frigorífico nacional (Ley 11.205)
    + El pool de los frigoríficos suspende cualquier compra alguna
    + El gobierno de los EE.UU anuncia que las carnes con aftosa no podía entrar al país
    + Crisis, atraso y modernización
    + La caña de azúcar se comenzó a expandir
    + En 1907 y 1919 una plaga de mosaico afectó la caña criolla
    + Durante la guerra se destruyeron millones de cañaverales
    + En 1914 aparece el cultivo del algodón / su centro estaba en Chaco
    / transformo la región
    / atrajo nuevos capitales e inmigrantes
    + Sector manufacturero
    + En 1914 era uno de las más importantes de América Latina
    + En 1890 existe / depresión de la moneda
    / aumento de los aranceles
    / elevación de los precios de los productos importados
    + La falta de equipos, carbón y petróleo constituyó el crecimiento sectorial
    + Los capitales norteamericanos tomaron la delantera/como representantes comerciales
    /fabricación de productos domésticos
    + Entre 1919 y 1923 hubo erosión aduanera y fue apaleada por la depreciación monetaria
    + Hubo / escasez de crédito a largo plazo
    / falta de mano de obra para el trabajo fabril
    / baja productividad

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  8. Economía Argentina entre la primera Guerra Mundial y la Gran Depresión /
    º PRODUCTO DE LA GUERRA /
    *Desequilibrio en la balanza de pagos
    *La economía Argentina se deslizo hacia una profunda recesión
    *Mecanismos de transmisión: -salida de oro hacia el extranjero
    -caída de exportaciones primarias
    *Efectos sobre el comercio internacional: -agrarios
    -manufacturas
    *Caída de productos importados: -equipos
    -maquinarias
    -combustibles
    *La crisis pone de relieve la producción agropecuaria para la exportación
    *Bancos privados al borde de la bancarrota
    *Prolongado déficit
    *Reducción de ingresos públicos
    *Incremento de precios en el mercado mundial
    º COMERCIO EXTERIOR Y VÍNCULO ANGLO ARGENTINO /
    *Disolución del vínculo económico británico y argentino
    *Perturbaciones con las corrientes comerciales europeas
    *Ofrecimiento de productos manufacturados y bienes de consumo durables
    *La industria británica siguió con los bienes de consumo tradicionales
    *Londres comienza a verse erosionada
    º SECTORES PRODUCTIVOS /
    -Agro Pampeano/
    *Fin del desarrollo del sector agropecuario
    *La expansión de la frontera agrícola se agotó
    *Se estanca la agricultura
    *Incremento en las existencias de ganado
    *Se vieron beneficiados EE.UU. y Canadá.
    *Argentina se convierte en la principal productora y exportadora de carnes
    *Duplicación de matanzas produciéndose un stock
    *Final de la guerra -- precios declinaron
    *Mercado británico volvió a demandar chilled beef
    *Comienzo de crisis ganadera
    *Frigoríficos reducen compras
    *Sanción de 4 leyes para regular el comercio de carnes
    -Economía del interior/
    *Expansión azucarera y vitivinícola
    *Caída de precios de materias primas y azúcar
    *Conflictos intersectoriales
    *Plaga de mosaico afecta la caña criolla
    *Aparece un nuevo cultivo—algodón
    Cruz Julieta : Presente

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  9. presente profe celeste vicino se lo envio el trabajo por el correo

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  10. furlanetto natalia , PRESENTE
    HISTORIA ECONOMICA DE LA ARGENTINA
    EL IMPACTO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
    --La guerra trajo consigo otras novedades> como un prolongado déficit
    fiscal.
    - -La brusca reducción de las importaciones y la recesión económica----
    redujeron los ingresos públicos, entonces muy dependientes de los
    aranceles a las importaciones.
    --Yrigoyen--- no se propuso realizar reformas amplias ni presentó una política
    laboral ordenada.
    RECUPERACIÓN Y PROSPERIDAD
    --La progresiva desarticulación de la división internacional del trabajo
    y la inestabilidad monetaria y financiera de la posguerra marcaron
    el inicio de una nueva etapa en la economía mundial y, por lo tanto,
    modificaron las condiciones que habían permitido la gran expansión
    de la economía argentina.
    --La expansión iniciada en 1918 se basó en la recuperación! de las
    exportaciones de granos, la reactivación de la construcción y el crecimiento
    del sector industrial.
    EL COMERCIO EXTERIOR Y EL OCASO DEL VINCULO ANGLO –ARGENTINO
    ..A finales de la década de 1920, los gobiernos británico y argentino
    intentaron revertir los problemas ocasionados por la competencia
    norteamericana.
    -- La crisis de 1929 configuró un escenario distinto, donde
    los problemas del triángulo comercial entre la Argentina, Gran Bretaña
    y los Estados Unidos se agravaron .
    LOS SECTORES PRODUCTIVOS ; EL FINAL DE UN CICLO AGRO-PAMPEANO
    --Entre 1914 y 1925, la agricultura pampeana se estancó:
    la superficie cultivada con cereales se mantuvo en 22 millones de hectáreas
    aproximadamente, en tanto que los volúmenes de exportación
    no superaron los 8,5 millones de toneladas.
    AUGE Y CRISIS DE LA GANADERÍA
    -- Durante la guerra, los precios internacionales de la carne se elevaron
    considerablemente debido a la demanda británica y de los países aliados.
    -- El auge ganadero atrajo inversiones de otros sectores, incluso de comerciantes
    y profesionales ajenos al negocio agrario, que invirtieron
    en tierras y ganado en busca de las altas ganancias.
    LAS ECONOMÍAS DEL INTERIOR ;CRISIS , ATRAZO Y MODERNIZACIÓN
    -- En la región cuyana, la industria vitivinícola presenta una trayectoria
    similar a la azucarera, aunque no se vio afectada por una crisis tan
    profunda.
    EL SECTOR MANUFACTURERO :TRANSFORMACIONES Y LIMITES
    -- En 1914---- el sector manufacturero argentino era (en términos de su participación
    en el PBI) uno de los más importantes de América Latina.
    -- El censo de 1914 reveló--- la existencia de una estructura industrial con un marcado predominio de la rama de la alimentación v bebidas---- un notable rezago
    de la industria textil---- una estructura caracterizada por la presencia de un número reducido de grandes establecimientos que concentraban el grueso de la inversión, la potencia eléctrica instalada---- un gran porcentaje del valor de la producción,
    y de un abigarrado número de pequeños talleres con mínimo personal
    por planta, escasamente mecanizados y con una baja participación .
    -- Los capitales norteamericanos-- tomaron la delantera: durante la guerra,
    se instalaron las empresas---- Ford Motor Company (1916), ---Standard
    Oil (1917) y la---- Lone Star Cement (1917), que inauguró ese año la
    primera planta moderna de cemento del país.
    El ritmo del crecimiento económico era muy favorable----- si lo comparamos
    con algunas de las principales naciones europeas-------que debieron
    afrontar una etapa de desequilibrios y reconversión productiva.
    ----Las exportaciones argentinas--- aumentaron una vez más y alcanzaron un
    nuevo récord en 1927, continuaron ingresando capitales e inmigrantes
    y se produjeron algunos cambios en la estructura económica con el
    desarrollo de nuevas industrias.
    PERSONALMENTE creo que la economia del pais no esta pasando un buen mamento hoy en dia se hace dificil llegar a fin de mes , y todo aumenta con la bendita inflacion. la argentina a sufrido vArios cambios en su economia a lo largo de su historia pero sin dudas a podido sobreponerse ante la dificultad , argentina es un pais muy rico en diversos ambitos solo hay que saber COMO APROVECHAR LO NUESTRO.


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  11. PRESENTE - STELLA TROGU
    • SE LO PASO POR CORREO POR QUE NO SE PUDO PUBLICAR

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  12. Fernandez..

    Guerra mundial ___trajo un prolongado déficit fiscal} brusca reducción de importaciones + recesión económica = reducción de ingresos públicos.
    Guerra = incremento del precio de las carnes y cereales=> el salario de los trabajadores – 40%.
    Yrigoyen ___ en los años iníciales --- apoya a los obreros} primeros síntomas de recuperación.
    Aumento de las importaciones = recupero de los ingresos fiscales.

    La contención de los gastos + el aumento de los ingresos + el recurso al endeudamiento} permitieron a Alvear e Yrigoyen retornar al superávit fiscal.

    El aumento de las exportaciones + la reanudación del flujo de capitales extranjeros = el ingreso de oro.

    Las exportaciones de carnes + cereales = trabas arancelarias y paraarancelarias.

    Alvear ----- regresa la convertibilidad.

    La expansión de las exportaciones + el crecimiento industrial + la reactivación
    de la construcción  incrementaron la ocupación y fortalecieron
    el poder de negociación de los trabajadores.

    1917 y 1922  se incrementaron la actividad sindical y el número de huelgas.
    Balanza comercial = - en EEUU, + Gran Bretaña.
    1914 – 1925 = estanco de la de la agricultura pampeana.

    Presión de los ganaderos=> el presidente Alvear sanciono cuatro leyes que intentaban regular el comercio de las carnes (Ley 11 226) + asegurar un precio mínimo para las carnes
    compradas por los frigoríficos + un precio máximo para la venta al público
    (Ley 11 227), implantar el sistema de venta por peso vivo (Ley11 228), + crear un frigorífico nacional en la Capital Federal con el propósito de intervenir en el mercado y actuar como empresa testigo para brindar al gobierno información directa acerca de esa actividad industrial (Ley 11 205).

    Crisis en el interior --- competencia extranjera + sobreproducción + carga impositiva.

    1914 el sector manufacturero argentino  uno de los más importantes de América Latina.

    Incremento de las exportaciones agrarias + la renta nacional + la construcción de los ferrocarriles + la llegada masiva de miles de inmigrantes  incremento de la demanda doméstica.

    1907  descubrimiento de petróleo en Comodoro Rivadavia.

    Yrigoyen (1928) creó la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).

    1916 se fundó la Confederación Argentina del Comercio, la Industria y la Producción.

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  13. Ortiz, Carina. Presente.
    Economía Argentina
    / \
    Crisis Recuperación
    / \
    Causas *voto universal masculino, se-
    *primera guerra mundial creto y obligatorio
    *la caída de precios y productos primarios *Yrigoyén, preside-
    *aumento del proteccionismo nte:UCR
    *déficit fiscal *apoya a los
    I obreros, aumenta los salarios
    Consecuencias *reduce la jornada laboral
    I *aumento de exportaciones
    *marco de patrón de oro *incremento de la agricultura
    *aumento de tasas de interés *inversión de nuevos capitales
    *quiebras de empresas y negocios
    *deuda pública
    *suspensión de la convertibilidad de la moneda
    *huelgas
    *caen los salarios reales

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  14. Melisa Panella --presente

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  15. profe vuelvo a pegar aca mi comentario porque me equivoque y quedo en la clase 8 en lugar de que quede en la clase 9.

    Bisceglia, Maria Laura, Presente!

    Economía argentina durante el período de los gobiernos radicales.

    | ♥ 1914 - 1917:

    ♣ Interrupción del comercio internacional y flujo de capitales.
    ♣ Declinación de exportaciones de granos.
    ♣ Paralización de la construcción.
    ♣ Crisis industrial.
    ♣ Incremento de desocupación.


    | ♥ 1918:

    ♣ Recuperación del Comercio exterior.
    ♣ Reajuste positivo de la actividad económica.


    | ♥ 1920:

    ♣ Crecimiento de la economía argentina.
    ♣ Se logra un ritmo económico muy favorable respecto a Europa.


    | ♥ 1921 - 1923:

    ♣ Amenazas de caída de precios de productos primarios.


    | ♥ 1927:

    ♣ Aumento de exportaciones.
    ♣ Ingresos sorprendentes de capitales e inmigrantes.
    ♣ Desarrollo de nuevas industrias → produjo cambios económicos.

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  16. Economía Argentina, producto de la guerra
    .Comercio internacional, imparto en la exportación (carne congeladas) y los productos manufacturados

    .Impacto de guerra.
    .Caída de las exportaciones primarias de la exportación de granos, escases de combustibles, insumo y maquinarias.
    .Mecanismos de transmisión: -salida de oro hacia el extranjero.
    .Bancos privados al borde de la bancarrota.
    .Economía especializada en productos agrícolas.
    . Economía mundial.

    .Reducción de ingresos públicos.

    .Mercado mundial de EE.UU / radios/ heladeras/ maquinarias.

    . Comercio exterior y vinculo ángulo Argentino
    .Disolución del vínculo especial que había unido a las economías británica y argentina.
    .La integración de la economía argentina en el mercado mundial como exportadora de carnes y cereales.
    .Argentina colocaba en aquel mercado un gran porcentaje de las exportaciones de carnes y, en menor medida, de trigo, maíz y lino.
    .Construcción de puertos y los servicios del transporte marítimo
    .La industria británica en la exportación de los bienes de consumo tradicionales, como textiles, acero y otros artículos de hierro, y el carbón.
    .Londres comenzó a verse en el mercado norteamericano
    .Década de 1920, los Estados Unidos eran el principal proveedor de artículos manufacturados.

    Los sectores productivos: el final de un ciclo en el agro pampeano
    .El inicio de la Primera Guerra Mundial marcó el final de un ciclo en el desarrollo del sector agropecuario pampeano.
    . El incremento de la producción mundial de cereales y las transformaciones.
    .Demanda internacional y los patrones de consumo de los países industrializados.
    . Mediados de la década de 1910, la expansión de la frontera agrícola se agotó.
    .1914 y 1925, la agricultura pampeana se estancó.
    .La demandad e Europa de cereales continuo siendo importante.
    . Se vieron beneficiados EE.UU. y Canadá.
    . En Argentina le impidieron continuara exportando sus productos agrícolas.
    . La caída de los precios marcó el comienzo de una grave Crisis ganadera, 1921.
    .La Argentina era entonces uno de los principales exportador de carne.
    . Se establecen 4 leyes para regular el comercio de las carnes .

    Las economías del interior: crisis, atraso y modernización
    .La producción de caña de azúcar se había expandido en el nordeste del país, 1880.
    .La inversión de grandes capitales en los nuevos ingenios que elaboraban la materia prima.
    . La caída de los precios de la materia prima y del azúcar.
    .Entre 1907 y 1919, la plaga del mosaico afectó la caña criolla, reduciendo la producción y elevando los precios.
    .La década de 1920 estuvo marcada por una tendencia a la sobre producción.
    -El sector manufacturero: transformaciones y límites:
    .En 1914, el sector manufacturero argentino uno de los más importantes de América Latina.
    .La construcción de los ferrocarriles y la llegada masiva de miles de inmigrantes.
    .Durante la primera década del siglo XX, la industria creció a una tasa anual del 7,8%.
    .La caída de las exportaciones tradicionales y la reducción de los precios mundiales en los marcados.
    .Las exportaciones argentinas aumentaron una vez más y alcanzaron un nuevo récord ,1927.
    presente :sofia peña

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  17. Presente Moreno Julieta
    Actividad
    - La Argentina conquistó en poco tiempo una independencia financiera que, en condiciones normales, hubiera exigido largos años de trabajo y prosperidad.
    -Uno de los cambios más importantes luego de la guerra fue la emergencia de un triángulo comercial y financiero entre la Argentina, Gran Bretaña y los Estados Unidos.
    -Durante la guerra, los precios internacionales de la carne se elevaron
    La Argentina era entonces uno de los principales productores de carne
    bovina y el primer exportador.
    -Las economías regionales, que producían para el mercado doméstico, también debieron enfrentar nuevos desafíos provenientes de las fluctuaciones de la demanda interna, la sobre producción y la intervención del estado.
    -En diciembre de 1907, un grupo de empleados y funcionarios estatales
    descubrió la existencia de un yacimiento de petróleo en Comodoro
    Rivadavia. Primer proyecto que declaraba la propiedad fiscal sobre los yacimientos petrolíferos del país, abriendo la posibilidad de expropiar las concesiones existente.
    -la declinación de las exportaciones de granos, la paralización de la construcción y la crisis en el sector industrial causaron una contracción en el PBI e incrementaron
    la desocupación
    -Las exportaciones argentinas aumentaron una vez más y alcanzaron un
    nuevo récord en 1927.

    ResponderEliminar
  18. Propp, Samanta (presente)
    Profe le envié el mapa conceptual al mail y perdón el atraso!

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  19. Presente carla cabrera
    _ Interrupcion del comercio internacional y flujo de capitales
    _declinacion de exportacion de grano
    _paralizacion de la construcion (1914-1917)
    _crisis industrial

    _recuperacion del comercio exterior
    _reajuste positivo de la actividad economica (1918)


    _crecimiento economico argentino se logra un ritmo economico respecto a europa (1920)



    _amenaza de caida de precios de productos primarios (1921-1923)

    _Gran exportacion
    _Ingreso sorprendente de capitales e inmigrantes
    _Desarrollo de nuevas industrias produjo cambios economicos (1927)

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  20. PRESENTE MELISA PANELLA

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  21. Presente Profe Farfan Paola

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  22. Borelli Julieta presente

    La economía argentina enfrento nuevos y diversos desafíos:
    * La primera guerra mundial creó una etapa basada sobre todo en la inestabilidad, y la caída de los precios de los productos primarios.
    * Reducción de ingresos públicos.
    * La venta de granos se contrajo violentamente. Se produce una caída en las de exportaciones de granos, escasez de combustibles, insumos y maquinarias (Entre 1914 y 1925 la agricultura pampeana se estanca)
    *La guerra tuvo profundo efectos sobre el comercio internacional e impacto seriamente en la economía.

    *En el orden financiero, la crisis y la fuga de oro dejo a los bancos privados y nacionales al borde de la bancarrota. Salida del oro al exterior.
    *Crisis –Recuperación





    Con Yrigoyen y Alvear:

    *reducción de la jornada laboral.

    *apoyo las demandas de la federación obrera de carnes y cereales marítima.

    *regreso a la convertibilidad económica.

    *apoyo la sanción de las cuatro leyes, finalmente no se aplico ninguna ley.

    *Recuperación en la exportación de granos

    *Decreto la dirección general de yacimiento petrolíferos fiscales

    *entre otras

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  23. Presente Ortega Agostina

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  24. 1914 a 1917
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    Declinación de exportaciones de granos, paralización de la construcción y crisis del sector industrial
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    Causaron
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    Crisis industrial, contracción del PBI e incremento de la desocupación.
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    Después en 1918
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    Reajuste positivo de la actividad económica
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    Gracias a
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    Recuperación del comercio exterior
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    En 1920 retoma
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    Crecimiento abandonado en 1914
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    Estancamiento de la agricultura pampeana
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    1921 genera
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    Crisis ganadera
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    4 leyes
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    11.226 / 11.227 / 11.228 / 11.205
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    Que
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    1922 incrementa el ganado vacuno e implementa el sistema de venta por peso vivo.
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    Adaptación de la economía al mercado mundial
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    Inhibiendo
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    Análisis de problemas complejos escondidos
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    Culmina en
    |
    Reiterados intentos fallidos de políticas públicas efectivas.

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